Un grupo de seis amigos se dio a la tarea de aportar a la crisis de salud que se vive en Filadelfia de dos formas: comprando comida de restaurantes locales y llevándosela a los trabajadores de la salud.
Se trata de la iniciativa “Fuel de fight” que tiene como objetivo alimentar al personal médico que tiene que lidiar con los efectos del COVID-19 en la zona.
El martes la orden de alimentos la hicieron en el restaurante hispano South Philly Barbacoa de la activista proinmigrantes Cristina Fernández. El pedido para 50 a 70 personas contó con platillos tales como arroz mexicano, chile relleno y guacamole.
La entrega fue en el Hospital de la Universidad de Pensilvania. El resto de estas llevaran a cabo cada día de la semana en otros centros médicos de la región tales como CHOP, Christiana, Paoli y Jefferson.
“No tenemos la capacidad de hacer mascarillas ni ventiladores, asi que decidimos contribuir con los que están en la línea de fuego, los trabajadores de la salud”, destacó Bill Connors, creador del proyecto.
La cocina de South Philly Barcacoa también estaba llena de orgullo a la hora de confeccionar los platillos. “No estamos atendiendo clientes, pero si ayudando a alimentar a los que cuidan a los viejitos que tienen esa enfermedad”, apuntó el gerente Benjamín Miller.
El grupo “Fuel the fisht” recaudó $20 mil para la gesta y espera gastar $700 en cada restaurante de Filadelfia que se preste para su extenso pedido.
