García Padilla no quiere junta de control fiscal

"No es aceptable para mí y no puede serlo para ningún puertorriqueño.”

El gobernador Alejandro García Padilla rechazó el jueves la implantación en Puerto Rico de una junta de control fiscal por entender que la misma “usurpa la democracia”.

“Puerto Rico necesita las herramientas para reestructurar la deuda que tomaron otros gobiernos y que resulta ser impagable. Todos los expertos han llegado a esa conclusión. Si por los malos manejos y las malas prácticas de los gobiernos que nos precedieron y por políticas federales erradas, es necesaria una junta de supervisión, tal junta no puede usurpar la democracia”, dijo García Padilla en declaraciones escritas.

Señaló que “una junta no electa por el pueblo, con la capacidad, por ejemplo, de imponer taxes o despedir empleados, no es aceptable para mí y no puede serlo para ningún puertorriqueño”.

“Cualquier medida legislativa tiene que ser evaluada en sus méritos para garantizar que Puerto Rico pueda reestructurar su deuda sin matar la democracia puertorriqueña, ni convertirla en una baja de guerra", concluyó García Padilla.

El presidente de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes federal, Paul Ryan, circuló el jueves un borrador, que sería público el martes, en el que proponen para Puerto Rico una junta de control fiscal estricto parecida a la que operó en Washington D.C., y que, entre otros aspectos, forzaría a los acreedores a entrar en negociaciones, mandataría producir números reales para la evaluación de las pensiones públicas y daría poder de intervención al Tribunal de Distrito federal de Puerto Rico.

Según adelantos publicados por Bloomberg y The New York Times la propuesta incluye proveer para una paralización temporera de las demandas que pueden venir en un impago, pero no incluye darle a Puerto Rico acceso al Capítulo 9 de la Ley de Quiebras.

Los elementos de la propuesta, pero que pueden cambiar en los próximos días, son: Paralización temporera de reclamaciones judiciales de acreedores; Junta de cinco miembros designados por el Presidente de los Estados Unidos, con requisito de que dos de los miembros sean residentes de la Isla y con silla para el secretario del Tesoro federal y el Gobernador de Puerto Rico, pero sin voto; Capacidad de recurrir a un juez federal para una reestructuración supervisada por el tribunal para obligar a entrar en acuerdos a los acreedores que se resistan; Para reestructurar deuda se implantaría un proceso de auditoría financiera, plan fiscal y mediación, antes de pasar al juez federal. La reestructuración se trata como un último recurso en la propuesta y no como algo automático; Junta puede implantar presupuestos y hacer recortes para obtener un presupuesto balanceado si el Gobernador y los legisladores no los hacen, incluyendo en las corporaciones públicas; Se haría un estudio independiente de los sistemas de pensión para llegar a números reales sobre su condición actual y sustentabilidad, pero no habrá prioridad de pensionados por encima de otros acreedores; La Junta tendría oficinas en San Juan y la capital federal, y tendría poder de citación contra los gobiernos federal y local.

Reacciona David Bernier

"Un mecanismo de colaboración o asistencia al pueblo de Puerto Rico para reestructurar su deuda que liquide en la práctica las instituciones de gobierno propio del país es inaceptable. Rechazo además las pretensiones del liderato republicano al proponer el sacrifico extremo de nuestra gente como alternativa para resolver el problema de la deuda”, expresó el candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático.

Añadió que se debe generar en la Isla una propuesta de acción hacia la reestructuración de la deuda en dialogo con los acreedores, que brinde estabilidad al proceso de sanear las finanzas.

Bernier afirmó que hará una propuesta el lunes para enfrentar la crisis “de frente y sin miedo”.
 

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