John Velázquez gana el Kentucky Derby con el potro Always Dreaming

El jinete puertorriqueño consiguió su segunda victoria en Louisville tras consagrarse en 2011.

El ligero favorito Always Dreaming chapoteó en el lodo al ganar el Derby de Kentucky por casi tres cuerpos el sábado, al dar al entrenador Todd Pletcher y al jinete puertorriqueño John Velázquez sus segundas victorias en la carrera pero su primera juntos.

Pletcher y Velázquez han hecho equipo en varias ocasiones a través de los años y son quienes más dinero han ganado en el hipismo.

Juntos, lucieron imbatibles en una tarde fresca y lluviosa el sábado en Churchill Downs.

Con un 9-2 en las apuestas, Always Dreaming logró que por quinto año consecutivo un favorito del Derby se llevara la carrera, la racha más larga desde la década de 1970. 

Always Dreaming recorrió las 1.25 millas en un tiempo de 2:03.59 y fue seguido en la meta por un par de improbables: Lookin At Lee (33-1) y Battle of Midway (40-1).

Pletcher ganó su primer Derby en 2010 con Super Saver; Velázquez lo hizo al año siguiente con Animal Kingdom.

Rumbo a su 17mo Derby, Pletcher ensilló por primera vez a un caballo que sale como favorito. Mucho se había hablado de su récord de 1 de 45 en el Derby. En total, había participado con 48 caballos, igualando a su mentor D. Wayne Lukas con la mayor cantidad en la historia del Derby.

"Ahora es una marca más respetable", dijo Pletcher.

Velázquez aprovechó la velocidad del potro a la salida para tomar una buena posición en un caótico arranque en el que varios caballos, entre ellos Classic Empire, quedaron atrapados en medio. Colocó a Always Dreaming en una ubicación ideal detrás de un State of Honor que marcaba el ritmo de la carrera, con el lodo volando a todas direcciones en una pista que parecía hecha de mantequilla de maní.

En la curva final, Always Dreaming tomó la punta cuando State of Honor perdió potencia. Pese a adoptar un veloz ritmo al inicio, Always Dreaming seguía fuerte. Ningún otro rival lo desafió en el tramo final y Velázquez alzó su brazo derecho en señal de triunfo mientras cruzaban la meta.

Pletcher estuvo muy ocupado en los días previos al Derby cuando el potro mostró un comportamiento muy lejos del ideal.

Por la mañana lucía malhumorado y se rehusaba a relajarse.

"Yo me puse nervioso al verlo galopar", reconoció el entrenador.

Sin embargo, el potro zaino oscuro canalizó su agresividad en un resuelto esfuerzo en una pista convertida en una masa espesa debido a las intermitentes lluvias registradas antes de la carrera.

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