Testifica la hermana mayor de Lorenzo

Gran cantidad de público acudió a la sala para presenciar el caso.

Como en los pasados días, el sexto día de vista preliminar contra Luis Gustavo "El Manco" Rivera Seijo, acusado por el asesinato del niño Lorenzo, atrajo a decenas de ciudadanos, interesados en presenciar el caso en el que testifica la hermana mayor del niño. 

Este miércoles, hubo hasta empujones para entrar a la sala y algunos quedaron fuera, pues no había espacio suficiente.

Al iniciar la vista, fueron excusados los empleados del Departamento de Corrección, luego de que se estableciera con documentos que Rivera Seijo había sido excarcelado de la cárcel de Arecibo el 8 de marzo, a las 9:00 p.m.

Poco después, entró la hija mayor de Ana Cacho, identificada como ACG y se sentó para comenzar su testimonio. Hoy día tiene 19 años. 

A preguntas de la ficalía, la joven indicó que en marzo de 2010 tenía 13 años y que el 8 de marzo su "babysitter", Gisela, la buscó a ella y sus hermanos menores a la escuela y luego fueron para la casa, en Dorado. Más tarde, la mujer llevó a Lorenzo a su práctica de soccer y se llevó a la hermanita de Lorenzo. La adolescente se quedó sola en la casa estudiando.

Cuando llegó de su práctica, Lorenzo entró al cuarto de su harmana para llevarle un mantecado, luego se baño e hizo sus asignaciones.

ACG contó que se acostó a eso de las 9:00 p.m. y que en ese momento solo estaba su familia en la casa. Cuando se levantó la mañana siguiente, escuchó gritos.

"Al otro día escucho gritos, despierto, veo a mamá cargando a Lorenzo. Me dijo que íbamos para el hospital y que buscara ropa", sostuvo la joven. "Mi mamá cargaba a Lorenzo como si fuera un bebé. Le sostenía la cabeza", añadió.

"Por el trayecto, ella está gritando, moviendo a mi hermano", dijo, mientras sollozaba y se le quebraba la voz. "Mamá le gritaba (a Lorenzo) que despertara, que despertara", sostuvo. En el camino, su madre dijo que no sabía si el niño se había caído de la cama.

Contó además que, por órdenes de su mamá, llamó a su abuela y a su papá cuando llegaron al CDT. Su madre había salido corriendo con el niño en brazos.

El primero en llegar fue su padre, Ahmed Alí González, acompañado por su tía, Evelyn. El hombre comenzó a gritar, preguntando qué había pasado.

"Estaba en boxers, sin camisa, lleno de sangre", dijo llorando cuando la fiscal le solicitó que describiera lo que vio en el CDT.

En el lugar, sentaron a la niña en una silla de ruedas, mientras sujetaban a su madre "como para ponerle un tranquilizer", dijo. Después, se fue con unas amigas. 

A preguntas de la fiscalía, la entonces menor de edad identificó a Arnaldo "Naldy" Colón como un amigo de su mamá al que había conocido haciendo una compra para un BBQ en su casa, en la que también estaba Jesús Genaro Camacho. La segunda vez que vio a Naldy fue en el CDT. Dijo que William Marrero también era amigo de su madre, pero que nunca lo había visto en su casa, solo cerca del parque de soccer. 

Después de la muerte de su hermano

La hija de Cacho testificó que fue entrevistada entre siete y ocho veces, la primera, en casa de su tía.

"Recuerdo decirles que no sabía qué había sucedido. Fue bien corta la entrevista", detalló.

"Me preguntaban qué había visto. Luego fue más específica y me preguntaba por William, Genaro y Naldy", dijo sobre la fiscal Wanda Casiano, quien inicialmente investigó el caso.

La joven contó que había tenido un sueño en el que alguien le cerraba la puerta y que ella siempre dormía con la puerta del cuarto abierta.

"No recuerdo quién era la persona en el sueño. Me preguntó si escuchaba gritos, le dije que escuché voces entendía que era Naldy", manifestó. Indicó después que le dijo a la fiscal que había escuchado a Naldy, pero repitió que en la noche de los hechos, en la realidad, no escuchó nada. Que se levantó con los gritos de su madre.

"Hubo muchas presiones, los fiscales eran bien insistentes", sentenció ACG sobre por qué le había dicho que había escuchado a Naldy. Dijo que los fiscales le preguntaban cómo era posible que no hubiese escuchado nada y ella se sintió culpable. Tras este testimonio, la joven lloró en el estrado.

"Estaba Obdulio Meléndez (ex fiscal general) en otra entrevista y no me creían. Admití que la información era falsa, que no escuché a Naldy, no escuché nada y no me levanté esa noche", declaró al culminar el interrogatorio directo.

Al reanudarse la vista, comenzó el contrainterrogatorio de la defensa del “El Manco”.

La joven afirmó a la defensa de “El Manco” que su madre solo le avisó que llevaban a Lorenzo al CDT.

Destacó que durante el proceso, ningún siquiatra la evaluó, pero fue entrevistada por la Policía.

“¿Usted veía a Evelyn como si fuera su mamá?”, preguntó la defensa, a lo que la AGC dijo que no.

La fiscalía objetó la pregunta de la defensa que cuestionaba las conversaciones de la hermana de Lorenzo con la doctora Casalda.

“Eso es información privilegiada”, exclamó fiscalía.

AGC fue removida de la sala en lo que discutían el privilegio de la comunicación entre doctora y paciente, que son protegidas por las reglas de evidencia.

El juez halló no ha lugar la objeción de fiscalía y la niña fue traída de vuelta.

“¿Es Cierto que le dijo a Evelyn que usted escuchó un golpe, un cantazo, una voz gruesa?”, continuó el contrainterrogatorio.

“No, yo no le dije nunca a Evelyn”, respondío.

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