La comunidad de Oxnard, en California, puede dormir tranquila porque está tras las rejas un individuo que dejó un arma química en una tienda de Walmart.
El artefacto estaba diseñado para expulsar un gas muy peligroso con efectos inmediatos para la salud de quienes estuvieran en ese momento en la tienda.
El sospechoso presuntamente confesó que había confeccionado el arma para luego dejarla en un pasillo de Walmart.
Martín Reyes, de 31 años, está preso bajo cargos de posesión ilícita y fabricación de un arma química de destrucción masiva.
El pasado 18 de junio hubo una evacuación de seis horas en la tienda cuando se encontró el artefacto.
Después de un mes de investigación, Reyes, quien estaba recluido en una cárcel del condado de Ventura, fue señalado como sospechoso del delito.
Reyes dijo a los investigadores que casi todo su trabajo en el arma lo hizo con ayuda de información de la internet.
