Al caminar por las góndolas de los supermercados del país, es común toparse con letreros que cataloguen los productos como “frescos”.
Pero según investigó Kaly Esther Toro en la segunda parte de la serie “La carne que comemos”, muchas veces esto está lejos de la realidad cuando se trata de las carnes disponibles para la venta.
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“La mayoría de los productos que se venden en las góndolas han sido congelados”, afirmó Carlos Carazo, Secretario Auxiliar de Salud Ambiental y Laboratorios de Salud Pública.
Carazo explicó que las bacterias más comunes que se hallan en las carnes descompuestas son la salmonela, escherichia coli y shigella.
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Las causas principales para la contaminación de estos alimentos son el contacto con pedazos de carne contaminados o que no estén bajo la temperatura correcta. El pollo debe estar a una temperatura de 26 grados, mientras que la carne de res no debe estar a menos de 41 grados Fahrenheit.
En la próxima parte de la serie se explorarán las regulaciones para las carnicerías del país. Sintoniza mañana a Telenoticias desde las 5PM.
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