Atentados dejan al menos 115 muertos en Bagdad

Un atacante detonó el vehículo en que se conducía en medio de un mercado.

BAGDAD, Irak - Un atentado suicida con un camión bomba en zona comercial del centro de Bagdad dejó al menos 115 personas muertas y 200 heridas el domingo, mientras se conmemoraba el final del feriado musulmán del Ramadán, informaron las autoridades. Además, otra explosión dejó cinco muertos.

El primer ataque, reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), fue el más mortífero en los últimos meses en la capital de Irak. Ocurrió pese a una serie de recientes triunfos contra los extremistas, incluso la captura de Fallujah y que al parecer fue una razón para este tipo de ataques.

La bomba estalló poco después de la medianoche en una zona comercial concurrida en el distrito de Karada, matando a 115 personas e hiriendo a 187, de acuerdo con un policía. Dijo que entre los muertos hubo 15 niños, 10 mujeres y seis policías. Al menos hay otras 12 personas desaparecidas y se teme que estén muertas.

Mohammed Al-Rubaiy, del comité de seguridad del gobierno de Bagdad, declaró a NBC News que la cifra de muertos es 167 y la de heridos, 185. Entre los fallecidos hay varios niños y mujeres.

Otros reportes indican una cifra mortal de 120; los conteos conflictivos de víctimas son comunes inmediatamente después de un atentado en Irak. Este domingo, el gobierno no tenía una cifra oficial.

Karada es una importante zona comercial donde hay tiendas de ropa, joyas, restaurantes y cafeterías y estaba repleta de clientes que se preparaban para festejar el miércoles el Eid al-Fitr, el día en el que los musulmanes marcan el final del mes del Ramadán. La mayoría de las víctimas estaba dentro de un centro comercial de varios pisos, donde muchas personas fallecieron quemadas o sofocadas, dijo la policía.

Se trata del peor atentado en Irak desde julio de 2015 y es uno de los peores ataques con bomba en más de una década de guerra e insurgencia.

"Fue como un terremoto", dijo Karim Sami, un comerciante de 35 años. "Envolví mis cosas e iba para mi casa cuando vi una bola de fuego con un explosión estruendosa" agregó Sami, quien tiene tres hijos.

"Estaba tan asustado qué regresé y comencé a llamar por teléfono a mis amigos, pero nadie respondió". Añadió que uno de sus amigos murió, uno está herido y hay uno desaparecido.

El grupo ISIS reivindicó el ataque en un comunicado publicado en internet, recalcando que atacó deliberadamente a los musulmanes chiíes. La nota no pudo ser verificada de forma independiente.

Pudo verse a bomberos y civiles ayudando a cargar a los muertos, envueltos en mantas y sábanas. Salía humo del centro comercial, que estaba rodeado de restos de vehículos quemados. Había un grupo de mujeres sentadas en el pavimento, llorando por sus seres queridos.

En otra zona de Bagdad, una bomba a la orilla del camino estalló en el vecindario chií de Shaab, matando a cinco personas e hiriendo a 16, de acuerdo con un policía. Nadie se responsabilizó del atentado, pero tenía las características de los realizados por ISIS.

Las cifras de muertos y heridos fueron confirmadas por responsables de la policía y hospitales, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa.

Horas después del ataque con el camión bomba, el primer ministro de Irak visitó la zona. Imágenes de video publicadas en medios sociales mostraban a una multitud enfurecida, con la gente acusando al primer ministro, Haider al-Abadi, de "ladrón" y gritándole a su convoy.

Los ataques se producen poco más de una semana después de que las fuerzas de Bagdad liberaran "por completo" la ciudad de Fallujah, que estaba controlada por el Estado Islámico. En el último año, las fuerzas iraquíes han ganado terreno ante los extremistas, al retomar la ciudad de Ramadi y los pueblos de Hit y Rutba, todos en la provincia de Anbar, al oeste de la capital.

A pesar de las victorias del gobierno en el campo de batalla, el grupo extremista ha demostrado varias veces que sigue siendo capaz de lanzar ataques en territorio iraquí lejos del frente.

Antes del inicio de la operación para recuperar Fallujah, el primer ministro enfrentaba un creciente descontento social y la capital registraba protestas contra el gobierno provocadas por la indignación popular ante la falta de seguridad. En un mes, la Zona Verde de Bagdad, una zona muy protegida donde están los edificios del gobierno y las misiones diplomáticas, fue asaltada en dos ocasiones por manifestantes contrarios al ejecutivo.

El ISIS controla todavía Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, así como importantes territorios en el norte y el oeste del país.

En su momento de más poder, en 2014, la milicia radical arrebató a Bagdad el control de casi un tercio del país. Ahora se calcula que los extremistas controlan solo 14% del territorio iraquí, de acuerdo con la oficina del primer ministro del país.

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