El domingo por la noche y la madrugada del lunes los habitantes de gran parte del mundo, incluido el continente americano, tendrán la oportunidad de disfrutar de un espectáculo poco usual.
Se trata de un eclipse de Luna total (en el que la Luna queda completamente en sombras porque la Tierra se interpone entre ésta y el Sol) que además coincide con una superluna.
Una superluna se produce cuando la Luna llena o nueva se encuentra en su punto más cercano a la Tierra.
Sin embargo para algunos ministros cristianos, este será el cuarto eclipse y el final en una tétrada (cuatro eclipses lunares totales consecutivos, cada uno separado por seis meses lunares) lo que da cumplimiento a la profecía bíblica del Apocalipsis.
En el 2013, el ministro cristiano John Hagee, dentro de su libro “Cuatro lunas de sangre”, afirmó que la tétrada era una señal del fin.
También hay referencias a una luna de sangre en Apocalipsis 6:12 en el cual se puede leer: "Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de silicio, y la luna se volvió toda como sangre".
Científicamente hablando desde el primer siglo se han presentado 62 tétradas, las mismas que siguen ciclos naturales fáciles de calcular.
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