Beneficios de la microgimnasia

Para estar en forma, adelgazar, mejorar la salud y la memoria no hace falta "matarse en el gimnasio” durante horas. Con sesiones breves, de unos pocos minutos por día, pero más intensas, se pueden obtener los mismos beneficios para el cuerpo y la mente.

¿No te sobra un solo minuto para dedicarlo a otra cosa que no sea trabajar, mantener la casa y resolver infinidad de problemas cotidianos? ¿Tu ritmo y estilo de vida te impiden dedicar un día y hora fijos a la gimnasia o el deporte? ¿Se siente abrumad@ con solo pensar en largas sesiones de entrenamiento y esfuerzo físico?.

“En materia de gimnasia ‘poco puede ser mucho’ si se hace a conciencia. Esto puede comprobarse al practicar el ejercicio más fácil, natural y económico de todos: caminar”, señala el entrenador deportivo y atlético Antonio Gallardo del Río.

Para este veterano maratoniano y organizador de competiciones deportivas universitarias, “en lugar de esperar a disponer de media hora libre para caminar, hay que repartir el tiempo de caminata en pequeñas partes”.

“La idea es dividir el paseo de 30 minutos, recomendado por los expertos, en tres excursiones de diez minutos, en seis escapadas de 5 minutos o, incluso, en 15 paseíllos de 2 minutos cada uno. Se queman prácticamente las mismas calorías ejercitándose una sola vez que en varias minisesiones”, explica Gallardo.

Según Gallardo “pueden aprovecharse los tiempos de espera, por ejemplo antes de que comience la película en el cine, mientras llega el metro o el tren…, para caminar, o subir las escaleras de la casa, o pasar la aspiradora en vez de permanecer sentado, mientras pasan publicidad en la televisión. Cualquier paseo es mejor que ninguno”.

Este tipo de microgimnasia puede depararnos, incluso, alguna sorpresa, como la servir de estímulo para realizar sesiones más prolongadas, cuando de entrada no nos lo habíamos propuesto, o nos sentimos demasiado cansados para entrenar.

“En realidad la gimnasia nos estimula, en vez de desinflarnos. Podemos comprobarlo caminando 5 minutos. Descubriremos que, al comenzar lentamente y sin presión, no sólo podemos continuar andando, sino que además lo deseamos. Si prestamos atención al bienestar que produce la caminata, la disfrutaremos en vez de verla como una obligación”, dice Gallardo

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