BAGDAD - Irak anunció el martes una operación para expulsar al grupo Estado Islámico (también conocido como ISIS) de la provincia occidental de Anbar, donde los extremistas tomaron este mes la capital provincial, Ramadi.
La televisora estatal iraquí anunció que la campaña contará con milicias chiíes y suníes para reforzar al ejército, pero no dio más detalles.
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El grupo Estado Islámico tomó amplias zonas de Anbar desde principios de 2014 y capturó este mes la capital provincial, Ramadi.
La caída de Ramadi fue una gran derrota para las tropas iraquíes, que habían hecho progresos constantes contra los extremistas en el último año con ayuda de ataques aéreos liderados por Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad iraquíes y milicias suníes que llevaban meses luchando contra extremistas en Ramadi se derrumbaron ante la ofensiva extremista.
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Los milicianos no sólo ganaron más territorio 70 kilómetros al oeste de Bagdad, sino también grandes arsenales de armas abandonadas por las fuerzas del gobierno en su huida.
La toma de Ramadi fue un gran golpe para la estrategia apoyada por Estados Unidos contra ISIS.
El secretario de Defensa, Ash Carter, dijo el domingo que las tropas iraquíes "superaban en número por mucho" a los milicianos de ISIS en Ramadi, pero "no mostraron voluntad de lucha".
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Saad al-Hadithi, portavoz del primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, dijo que las declaraciones de Carter habían sorprendido al gobierno iraquí y que el secretario de Defensa "probablemente recibió información incorrecta".
Al-Abadi ha pedido a milicias chiíes que ayuden a las tropas iraquíes a retomar la provincia suní de Anbar.
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Los milicianos han jugado un papel clave para recuperar territorio de isis en otros lugares de Irak, pero grupos humanitarios les acusan de saquear, destruir propiedad privada y realizar ataques de represalia.
Los líderes milicianos rechazan esas acusaciones.
