Reseña: Fantastic Four

Reseña: Fantastic Four

Este fin de semana regresan los Fantastic Four a enfrentarse con su viejo enemigo: la gran pantalla. Ya que en esta nueva versión de los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby, tenemos una adaptación (la tercera en diez años) que según los más exigentes, no le hace justicia a las fantásticas aventuras de la primera familia de Marvel Comics. 

Y es que la nueva versión, es un intento de dar un nuevo (e interesante) ángulo realista a la saga en la que se enfatiza el sufrimiento de tener un poder tan “cool” cómo lo es volar con tu cuerpo cubierto en llamas.

La historia, dirigida por Josh Trank y escrita por Simon Kinberg, gira en torno a los comienzos de Reed Richards (Miles Teller), como un joven y brillante explorador en busca de nuevos mundos. Sueño, que con la ayuda de su amigo Ben Grimm (Jamie Bell), lo lleva a diseñar una máquina para viajar a otra dimensión. Capturando así la atención del Dr. Franklin Storm (Reg E. Cathey), quien da la casualidad, anda en busca de un adolescente que le ayude a construir su propia nave interdimensional.

 

De manera que ahora el futuro Sr. Fantástico tiene que trabajar junto a los hijos de Storm, Johny (Michael B. Jordan) y Sue (Kate Mara), y su fallido protege Victor Von Doom (Toby Kebell), para que algún día puedan tener el peor viaje de sus vidas.

Incuestionablemente el elenco de primera, pero pareciera que los realizadores no necesariamente llegaron a un acuerdo sobre qué historia querían contar. En especial cuando con solo 100 minutos de duración, la película invierte un tercio en narrativa sobre cosas que no serán vistas hasta hasta una segunda o tercera parte. Así que te deja con las ganas y hace de la nueva Fantastic Four, el mejor piloto televisivo en agraciar nuestras salas de cine. 

 

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