¡Anímate a este ritual de primavera!

Hoy comienza el Equinoccio de primavera. “Equinoccio” significa “igual día e igual noche” y es sagrado ya que representa los puntos en los que el día y la noche se equilibran.

Este Equinoccio de primavera, cuando el Sol entra en el signo de Aries, es también el inicio del año zodiacal; a partir de aquí empiezan los signos del zodíaco en armonía con la naturaleza, que despierta de su letargo invernal para empezar a cantar a la vida. Para muchos especialistas, éste debería ser el verdadero inicio del año, y no enero.

Del mismo modo que la naturaleza se adapta a los cambios, nosotros también debemos dar ese paso, lo que siempre supone algunos esfuerzos que a veces se pagan en forma de trastornos como alergias y alteraciones de humo, entre otras cosas.

Momento de equilibrio

El Equinoccio de primavera es un momento de equilibrio en nuestra vida y representa la fertilidad y la creación. Es, además, un tiempo para revisar y renovar aspectos de nuestro presente y abordar nuestras relaciones con un pensamiento más claro y una mejor perspectiva. La energía durante el período del Equinoccio de primavera, o “vernal”, será de mucho dinamismo y si tienes actividades pendientes que requieren de coraje ¡es el momento indicado para llevarlas a cabo!

¡Manos a la obra!

Te traemos un ritual muy especial para que realices esta noche de Equinoccio con toda tu fe y amor, para que traiga a tu vida aquello que deseas y que tanto empeño pones en conseguir.

Este ritual se utiliza desde la antigüedad, para pedir deseos o efectuar peticiones a la madre naturaleza ¡Lo puedes hacer durante cualquier día de primavera!

Material necesario:

· Una maceta de tamaño medio · Tierra apropiada para plantar · Semillas de trigo o de cualquier otro cereal que no tarde en germinar · Incienso del olor que tu prefieras · Cerillas de madera · Una vela blanca · Una vela verde

Procedimiento:

Necesitarás realizar este ritual en un lugar en donde exista tranquilidad y nada que pueda perturbarte ni obligarte a dejarlo a medias. Debes estar limpia y con todos los elementos listos antes de comenzar. Las hora más adecuada para hacerlo es tu hora de nacimiento: si naciste durante la madrugada, invierte la misma hora para el día (¡ya que el ritual no funcionará si te quedas dormida durante el proceso!) Antes de comenzar siéntate en el suelo frente a todo lo que vas a utilizar, (sería ideal si pudieras estar al aire libre y en contacto con la naturaleza, y si es así, ten mucho cuidado con las velas).

Coloca frente a ti la maceta, a un lado las semillas y al otro el resto de elementos. Si crees en algún santo, virgen o buda, puedes colocar su imagen para recordar que nuestra mente, palabra y corazón deben siempre mantener la humildad. Comienza el ritual: Busca un lugar tranquilo y comienza con una respiración lenta para relajar la mente y el cuerpo ¡Es importante que mantengas la espalda recta! Puedes comenzar con una meditación previa si sabes cómo hacerlo.

Enciende una cerilla alabando a la vida que da color a todas las cosas y enciende las dos velas y el incienso. Presenta tus respetos a la Madre Naturaleza y recita unas palabras que demuestren tu agradecimiento y tus pedidos. Son muy importantes la intención y la intensidad con que pronuncies las palabras.

Coge ahora el incienso y expande su humo hacia adelante, confiando en que sea el mensajero de tu petición. Pide en voz alta lo que quieres conseguir y observa cómo el humo avanza, cómo sube y cómo desaparece. Visualízate consiguiendo lo que deseas, sintiendo que ya lo tienes, que ya puedes disfrutar de ello. Coge entonces las semillas con una de tus manos e imagina que en ellas están tus deseos, impregnándolas de todo el amor y la ilusión que has puesto en ellos. Dejar caer ahora las semillas en la tierra y cúbrelas para que germinen, con ellas nacerán nuevas oportunidades que te ayudarán a avanzar en tu camino. Apaga las velas dando las gracias por todo lo bueno que está por venir.

¡Con este ritual seguro tendrás un inicio de primavera muy próspero!

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