Indígenas colombianos exigen “a la fuerza” que la Policía y FARC depongan las armas

Bogotá (EFE).- Indígenas del pueblo Nasa del departamento del Cauca (suroeste) se dirigieron ayer hacia los municipios donde en los últimos días se registraron combates entre las FARC y la Policía para exigirles "a la fuerza" que abandonen las armas y permitan que se imponga la paz en su territorio.

El portavoz de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), Feliciano Valencia, indicó a Efe que un grupo de al menos mil personas comenzó una marcha desde el municipio de Santander de Quilichao, donde está su sede, hacia Toribío.

En ese municipio, un enclave montañoso con varios asentamientos aborígenes y frecuentado por grupos ilegales, los enfrentamientos entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad causaron este fin de semana el desplazamiento de unos 600 habitantes.

"Vamos a desmilitarizar el territorio por la vía de hecho porque ni la Policía ni las FARC son capaces de garantizar la paz. Por eso vamos a levantar las trincheras de la fuerza pública y vamos a demoler los campamentos de la guerrilla", explicó.

Valencia agregó que la idea es continuar esta campaña por otros municipios que han sufrido recientemente las ofensivas de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) y los respectivos actos de repulsión de las autoridades colombianas, como Miranda, Jambaló y El Mango, en la localidad de Argelia.

"Expulsaremos a los grupos armados del territorio", agregó, al asegurar que esta labor puede durar días.

Valencia denunció el cansancio de la población al cabo de tantos años "de guerra" y pidió el acompañamiento de organismos internacionales para que se permita la entrada de los delegados indígenas a exigir el cese al fuego.

La Defensoría del Pueblo confirmó en un comunicado que en los combates, la columna móvil Gabriel Galvis de las FARC lanzó dos artefactos artesanales similares a cohetes llamados "tatucos" que causaron heridas a dos civiles, quienes se recuperan en centros de salud del municipio.

Por su parte, la ACIN reportó cuatro heridos más el domingo como consecuencia de la explosión de otro "tatuco", pese a que hasta el presidente, Juan Manuel Santos, había asegurado que el orden quedó restablecido.

El gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, sostuvo en declaraciones a Efe que a Toribío llegó "fuerza pública suficiente para garantizar la actividad comercial y de transporte habitual, así como para permitir que los desplazados regresaran a su lugar de residencia".

Ortega describió el clima en esa zona como de una "permanente inquietud", pues se trata de un área montañosa usada a modo de corredor de la droga muy difícil de controlar, y demandó "inversión social y más fuerza pública, porque no se alcanza a cubrir los puntos delicados".

Decenas de indígenas también se congregaron hoy en el Parque Nacional de Bogotá para solidarizarse con las víctimas del conflicto en el norte del departamento del Cauca.

Las FARC han recrudecido sus ataques contra las fuerzas de seguridad colombianas en el suroeste del país, situación que ha exigido reforzar su presencia durante el primer semestre de 2012.

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