La protección solar exterior evita el recalentamiento de la vivienda, el deslumbramiento y ahorra mucha energía. Las persianas graduables se encargan de ello.
Una habitación en penumbra durante las largas tardes de verano invita al descanso y evoca las siestas de nuestra niñez en las horas más calurosas del día. Una buena iluminación natural proporciona optimismo y energía en las agradables mañanas soleadas de la primavera o en las frías y plomizas de invierno. En ese juego de luces y sombras las persianas graduables se convierten en un aliado excelente para nuestro hogar y nuestro bolsillo.
La arquitectura moderna apunta a los espacios abiertos y la transparencia gracias al uso de los cristales tanto en interiores como en las fachadas, pero sin una regulación adecuada de la luz y el sol los ambientes acristalados pueden no resultar cómodos para las personas.
Las persianas graduables pueden contribuir de manera significativa al ahorro energético, pues aíslan del calor, del frío, de la luz, del viento e incluso del ruido, a la vez que proporcionan intimidad sin por ello estar totalmente desconectados del exterior.
Los sistemas de protección solar, si son automatizados y utilizados correctamente, pueden contribuir enormemente al ahorro energéticos, aseguran desde el fabricante Griesser, que cita un estudio de la Asociación Europea de Protección Solar, según el cual, la protección solar automática permite ahorrar hasta un 10 por ciento de energía.
Además, las persianas graduables, que pueden encontrarse en los más variados materiales, proporcionan elegancia y versatilidad, lo que les permite salir del ambiente puramente laboral y hacer de ellas un elemento de decoración lleno de posibilidades para sustituir a las tradicionales cortinas.
Con lamas de madera proporcionan un toque rústico y cálido a cualquier estancia y gracias a los acabados satinados o lacados ganan en resistencia y mejor limpieza. Aunque también se puede optar por las de pvc rellenas de poliuretano, con precios para todos los bolsillos, pero a la vez resistentes.
Las acabadas en aluminio se adaptan a ambientes profesionales, aunque la gran paleta de colores en que se presentan les abren las puertas para las habitaciones infantiles o los salones más informales. Sin olvidar las que combinan láminas de tela suspendidas entre dos velos traslúcidos, una opción que confiere gran elegancia y sofisticación a cualquier espacio.
