Libre bajo fianza maestra arrestada por llamada a Taylor Swain

Elimar Chardón Sierra no podrá tener contacto directo o indirecto con la jueza ni nadie de su equipo trabajo.

La maestra acusada de realizar llamadas hostigamiento a la jueza Laura Taylor Swain saldrá libre con una fianza $10,000 y varias condiciones impuestas por un magistrado federal. 

Como condición, Elimar Chardón Sierra no podrá tener contacto directo o indirecto con la jueza ni nadie de su equipo trabajo. Tampoco con otros jueces federales o su personal. 

Chardón Sierra fue arrestada el pasado viernes por agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI). 

Según las autoridades federales, el 21 de febrero de 2019, se presentó una denuncia penal que acusó a Chardón Sierra, de 32 años, de supuestamente violar el Título 47, Código de Estados Unidos, Sección 223 (a) (1) (E) de Acoso Telefónico en comunicación interestatal.

Si es declarada culpable, Chardón Sierra se enfrenta a una pena máxima de prisión federal de dos años.

Este caso es procesado por el asistente del Fiscal de Estados Unidos (AUSA) Alexander Alum y es investigado por el FBI.

A continuación, reproducimos el mensaje que publicó en su cuenta de Facebook el 15 de febrero:

"Llamé a la jueza de pacotilla Swain porque aprobó la ley. Participé de forma artística en la campaña sobre las consecuencias de COFINA.Luego de que aprobara la ley la llamé enfurecido. Y le dije que esperaba que se quedara sin casa, sin plan médico y que muriera. Y le dije I hope you die bitch. También dije que sabía que me investigarían por mis expresiones, porque sé que la libertad de expresión para las colonias no existe.Hoy tres apuestos federales que dejaron a media escuela enamorada, me entrevistaron. Me dieron la opción de irme pero me quedé. Para averiguar, porque eso me conviene más. Pero a ellos les dije que tienen suerte de ser lindos, así que haría la entre vista. Querían hacer ver que mis expresiones intimidaron a la fulana. Me les reí en la cara. Y les di un ejemplo de contextos. Y en resumen que no, un mensaje telefónico no me parecía razón para intimidarse. Y lo que más me dio curiosidad fue que insistieron en que dijera si conocía macheteros u otros insurgentes. Eso me hace pensar que todavía le tienen miedo a que puerto rico reclame sus derechos. Y menos el derecho humano a la independencia. Me preguntaron que si SABÍA de alguien que planeara un ataque. Y contesté NO SÉ. Es la verdad. Yo no puedo mentir. Ellos me preguntan sobre organizaciones que yo pensaba muertas. Esto los exitó. Esto es lo que querían, todos enderezamos las espaldas. Ellos nadaron en la ambiguedad un rato hasta que les pregunté que si era una inquisición. Entonces cambiaron estrategia. Yo les invité a que catearan mi casa porque no tengo nada que esconder. Quedó como un no. Pero a mi rabia no le daba la gana de decirlo claramente. Luego preguntaron que si donaba a insurgentes. Lo tomé como una ofensa. Mi patrono me descuenta una gran suma de mi salario de forma ilegal. Como carajos dono nada. Y si me investigan tanto deberían saber mi estado económico. COFINA se aseguró de que me mantenga así. Y por eso llamé a la jueza y los reté a que me encarcelaran, porque tal vez así me daban una mejor vida. La contestación fue que él podía arreglar eso. Eso me demuestra que fabrican casos. En vez de cuestionar porqué un inocente que solo verbaliza su ira desea ir preso. Me dejó su tarjeta, el entrevistador. Los demás eran escribas. Ellos decían que intentaban salvar vidas. Me pregunto que vidas. Porque las vidas de aquí obviamente no son. Aquí estamos jodíos. Así que pues, ya conocí la distopía. The Thought Police".

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