Temor. Ese es el sentir de decenas de pasajeros que a un día del mortal aterrizaje forzoso en el Aeropuerto de Filadelfia del vuelo 1380 de Southwest Airlines tras el estallido de una turbina.
Carlos Mejía, padre de familia y quien se disponía a viajar con sus vástagos, explicó que no tiene palabras al enterarse del fallecimiento de una mujer de Nuevo México en el incidente que ahora es investigado por la Junta Nacional del Transporte (NTSB).
“Es horrible, especialmente porque viajamos hoy (miércoles)”, sostuvo Mejía al tiempo que agregó que “Dios mío fue difícil (enterarse de la muerte de la mujer)”.
Otra de las personas que se alistaban a media mañana para salir del Aeropuerto de Filadelfia destacó ante lo ocurrido que “me siento muy mal. Nada más de pensarlo como que me da cosa”.
La aerolínea informó que los investigadores federales de NTSB removieron la caja negra de la nave para continuar con la investigación, mientras elogiaron la labor tanto de la piloto a cargo como la tripulación. Todos estos fueron trasladados a un lugar seguro para completar entrevistas sobre lo ocurrido.
Se prevé que la investigación pueda extenderse hasta un año.
Mientras una nueva pieza del fuselaje de la nave fue hallada en Pensilvania. La misma fue recobrada al norte de Bright School Lane y la Ruta 183 en Penn Township, Berks County.
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Un fragmento adicional fue recuperado la noche del martes en una zona aledaña.
El FBI informó a su oficina en Allentown que todo aquel que tenga información sobre partículas del avión puede comunicarse al 610-433-6488 con el patrullero David Beohm.
