Barack Obama a Donald Trump: “deje de gimotear”

WASHINGTON - El presidente Barack Obama le dijo el martes a Donald Trump que deje de "gimotear", expresándose como pocas veces lo ha hecho antes sobre los comicios del próximo mes, y regañó al republicano por sembrar sospechas respecto a la integridad de la votación presidencial.

Obama también acusó al multimillonario de congraciarse con el presidente ruso Vladimir Putin a un grado "sin precedente en la política estadounidense".

El mandatario dijo que la intensificación de las advertencias preventivas de Trump sobre un fraude electoral es algo jamás visto en la política contemporánea de Estados Unidos. La retórica no está basada en ninguna evidencia, señaló Obama, sino que simplemente está dirigida a desacreditar el resultado antes de que sean contados los primeros votos.

"¿Usted comienza a gimotear aun antes de que se acabe el juego?", preguntó Obama durante una conferencia de prensa en el rosedal de la Casa Blanca. "Si siempre que las cosas le están saliendo mal y usted pierde comienza a culpar a alguien más, entonces no tiene lo que se necesita para estar en este trabajo".

De campaña en Colorado, el candidato republicano repitió sus aseveraciones sobre elecciones "corruptas", pero no le respondió directamente al presidente. Trump prometió "drenar el pantano" en Washington, y por primera vez se comprometió a presionar para que se implemente una enmienda constitucional que imponga un límite a los períodos de todos los miembros del Congreso.

El presidente hizo sus declaraciones en momentos en que Trump y sus aliados republicanos buscan maneras de recuperar impulso después de algunas semanas con acontecimientos dañinos para su campaña. Camino al tercer y último debate entre candidatos presidenciales, a realizarse el miércoles en la noche, Trump está abajo en las encuestas y se le está acabando el tiempo para recuperarse antes de la elección del 8 de noviembre.

Obama se metió con energía en la contienda para elegir a su sucesor y habló así en la Casa Blanca, donde es anfitrión en la última visita de un jefe de Estado durante su gobierno. Con el primer ministro italiano Matteo Renzi a su lado, en un principio el presidente dijo que evitaría hacer críticas sobre la política interna, para respetar el escenario oficial. Pero cuando se le preguntó respecto a la retórica de Trump, no se pudo contener.

"Yo invitaría al señor Trump a que deje de gimotear y a que defienda sus argumentos para obtener votos", enfatizó.

El candidato presidencial del Partido Republicano ha aumentado sus advertencias sobre un potencial fraude. Eso le ha atraído críticas no sólo de los demócratas sino de su propio partido, particularmente de funcionarios estatales y nacionales encargados de las elecciones locales, quienes temen que la retórica dé a los perdedores licencia para impugnar cualquier resultado.

"Ellos incluso quieren tratar de amañar la elección en la casilla electoral, donde tantas ciudades son corruptas y uno ve eso, y donde el fraude electoral es demasiado común", dijo Trump durante un acto de campaña en Colorado Springs.

Estudios independientes y funcionarios electorales en ambos partidos dicen que no ven evidencia de que el fraude en los comicios -individuos haciéndose pasar por otros para votar- sea un problema generalizado.

Al preguntársele el martes sobre las aseveraciones de Trump, Mike Pence, su compañero de fórmula a la vicepresidencia, evadió responder e insinuó que el magnate se refería a la "abrumadora parcialidad de los medios nacionales de comunicación".

Pence dijo lo anterior después de visitar la oficina del Partido Republicano que fue quemada en Hillsborough, North Carolina. El fin de semana alguien arrojó una bomba incendiaria allí en lo que Pence calificó como un "acto de terrorismo político".

Trump responsabilizó a partidarios de Clinton, pero Pence no culpó a nadie en especial. La policía está investigando.

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