Reunión para evitar “precipicio fiscal”

Washington (EFE).- El secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, se reunió ayer con los líderes de ambas Cámaras del Congreso para comenzar a sentar las bases de la negociación que debe evitar que a principios de año el país caiga en el temido "precipicio fiscal".

Geithner, que antes de abandonar su puesto como ya ha adelantado fue elegido por el presidente Barack Obama para liderar las negociaciones que deben poner de acuerdo a demócratas y republicanos en el Congreso, comenzó hoy los primeros contactos de alto nivel en el Capitolio.

La propuesta del Ejecutivo incluye un aumento de 1,6 billones de dólares en ingresos por subida de impuestos durante la próxima década, con un plan de inversiones y estímulo de unos 50.000 millones de dólares, algo que los republicanos señalaron de ser una propuesta "poco seria".

Tras la reunión, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, rebajó las expectativas de avance rápido al asegurar que en las pasadas dos semanas "no ha habido progresos significativos entre la Casa Blanca y la Cámara (baja)".

Obama designó a Geithner para que consiga que los republicanos accedan a un aumento de los impuestos sobre las rentas superiores a los 250.000 dólares anuales, de modo que el Gobierno aumente sus ingresos y pueda reducir el déficit y frenar el aumento de la deuda.

Los republicanos quieren que el pacto para reducir el déficit se centre en la reducción del gasto público, especialmente en programas sociales cuyo coste se dispara como Medicare, el programa médico para jubilados, que consideran insostenible.

"Tenía la esperanza de que se presentara un plan específico de recorte del gasto", indicó Boehner, que aseguró que la Casa Blanca no ha dado detalles sobre la reducción del gasto.

Si no se alcanza un acuerdo que incluya también una reducción del gasto que ponga las cuentas camino del equilibrio, se ejecutarán unos recortes automáticos acordados en el verano de 2011, durante las negociaciones para aumentar el techo de deuda, que serían nefastos para el país, especialmente para el sector de defensa.

Ese mecanismo automático fue acordado para forzar al Congreso a alcanzar un acuerdo tanto en el lado de los ingresos como en el de los gastos.

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, criticó hoy que la Casa Blanca siga enfocada en aumentar los impuestos a los ricos, sin especificar cómo conseguir la viabilidad de Medicare y otros programas sociales, y al mismo tiempo reducir la deuda.

Los demócratas tampoco han cedido un ápice en su discurso y sus demandas para que las prórrogas de los recortes impositivos acordados durante la Presidencia de George W. Bush (2001-2009) se apliquen solo a la clase media y no a los más ricos.

"Los republicanos saben nuestra postura, aún esperamos una propuesta seria de ellos", aseguró hoy el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.

A algo más de un mes de que se cumplan los plazos, aún no se vislumbra un principio de acuerdo que evite un "precipicio" que podría llevar a la primera economía mundial a la recesión y afectar al crecimiento global.

Obama ha hablado con los líderes republicanos del Congreso y empresarios para conseguir una solución, mientras que mañana tiene previsto un mitin en una fábrica del estado de Pensilvania para espolear a la opinión pública a que presione y haga ceder a los republicanos.

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