La fotografía por sí sola causó malestar entre padres inmigrantes y activistas. Todos han dicho que no se debe permitir más ese autobús con sillas para bebés y niños que estarían en custodia de ICE, algo que al mismo tiempo de hacerse viral se convirtió en un espanto.
El testimonio de Consuelo Martínez es claro. Ella recuerda cómo le arrancaron de los brazos a su hijo de cinco meses al ser arrestada por entrar indocumentada a Estados Unidos. Durante una semana no supo nada de su bebé. Por eso le duele tanto ver la fotografía.
El autobús pertenece al Centro de Detención del condado de Karnes, en Texas. La empresa Geo Group, en su página, manifiesta su orgullo "por brindar un servicio seguro y cómodo a los niños". Al pastor Fred Morris, quien trabaja con niños regugiados en Los Ángeles, esto le causa indignación.
"No deberían utilizar autobuses para transportar niños. Deben usar los buses para transportar familias, mama, papa, la tía con los niños. No debe de ninguna manera arrancar los niños de los brazos de sus mamás".
El Centro de Detención del condado Karnes informó el año pasado que tiene dos autobuses, uno de 18 asientos y otro de 26, donde son transportados niños desde pequeños hasta los 17 anos de edad y que los pueden llevar a la escuela, de paseo o a las cortes donde tienen sus juicios.
Entre las denuncias se cuenta de casos de niños que han sido dados en adopción y las familias nunca vuelven a ver a sus hijos. Eso dicen algunos activistas, quienes consideran que esa separación familiar es un acto inhumano, que debe parar.
