Lo que golpeó al papa Francisco en su papamóvil

Una gorra golpeó al papa Francisco entre el cuello y el hombro mientras realizaba su recorrido con el papamóvil hacia el parque O'Higgins para celebrar la misa en Santiago de Chile, la primera de esta visita al país latinoamericano.

En un primer momento las imágenes de vídeo que publican algunos medios parecía que era un diario lo que impactaba contra el pontífice de manera ligera, pero posteriormente se comprobó en las imágenes que se trataba de una gorra para refugiarse del sol.

Al ser golpeado, Francisco se vuelve para ver que ha sido y continúa impertérrito saludando a las personas congregadas al bordo de la carretera.

A pesar de los 18,000 miembros de la policía movilizados, es difícil controlar a las personas que se agolpan para ver y saludar al pontífice argentino.

Y es que también durante las audiencias celebradas en la plaza de San Pedro en el Vaticano, los fieles arrojan objetos hacia el papamóvil con el fin de que lleguen a Francisco o sus colaboradores y en muchas ocasiones el pontífice ha sido alcanzado por gorras, camisetas u otros objetos.

Por otra parte el papa Francisco habló del "dolor por el daño y sufrimiento" de las víctimas y sus familias de los casos de abusos por parte del clero chileno, pero también el de las comunidades eclesiales por ello, durante el encuentro que mantuvo con los religiosos del país en la catedral de Santiago.

Francisco recordó las palabras de introducción del cardenal chileno Ricardo Ezzati, en la que se citaban las horas difíciles de turbulencias y desafíos no indiferentes que atraviesa la Iglesia chilena en estos momentos.

"Conozco el dolor que han significado los casos de abusos ocurridos a menores de edad y sigo con atención cuanto hacen para superar ese grave y doloroso mal", dijo.

Y añadió: "Dolor por el daño y sufrimiento de las víctimas y sus familias, que han visto traicionada la confianza que habían puesto en los ministros de la Iglesia y dolor por el sufrimiento de las comunidades eclesiales".

Ante los cientos de religiosos y religiosas congregados en la catedral de la capital chilena en su primera jornada oficial de la visita a este país, Francisco también lamentó que debido a estos casos de abusos, otros religiosos han tenido que vivir "el daño que provoca la sospecha y el cuestionamiento, que en algunos o muchos pudo haber introducido la duda, el miedo y la desconfianza".

"Sé que a veces han sufrido insultos en el metro o caminando por la calle", observó. Y les dijo que pidieran a Dios "la lucidez de llamar a la realidad por su nombre, la valentía de pedir perdón y la capacidad de aprender a escuchar lo que Él nos está diciendo".

A los religiosos y religiosas chilenas les hizo notar que Chile está cambiando y que "están naciendo nuevas y diversas formas culturales que no se ajustan a los márgenes conocidos" y que a veces el clero no saben cómo insertarse en estas nuevas circunstancias.

"Podemos caer en la tentación de recluirnos y aislarnos para defender nuestros planteamientos", les advirtió.

A los religiosos, Jorge Bergoglio les indicó: "No somos superhéroes que, desde la altura, bajan a encontrarse con los 'mortales'. Más bien somos enviados con la conciencia de ser hombres y mujeres perdonados".

"El Pueblo de Dios no espera ni necesita de nosotros superhéroes, espera pastores, consagrados, que sepan de compasión, que sepan tender una mano, que sepan detenerse ante el caído y, al igual que Jesús, ayuden a salir de ese círculo de masticar la desolación que envenena el alma", añadió.

El papa incluyó en su largo discurso una invitación "a pasar de ser una Iglesia de abatidos desolados a una Iglesia servidora de tantos abatidos que conviven a nuestro lado".

Por otra parte la policía disolvió en Santiago la "Marcha de los Pobres", convocada por varias organizaciones sociales en protesta contra la visita del papa Francisco a Chile, según informaron fuentes oficiales.

Una veintena de personas fueron detenidas en la manifestación, que no estaba autorizada y a la misma acudieron unas 250 personas, que trataron de dirigirse hacia el Parque O'Higgins, distante unas veinte manzanas, donde más de 400 mil personas aguardaban a esa hora el comienzo de la primera misa masiva del papa en su visita a Chile.

Los manifestantes, que intentaron dirigirse hacia el parque después de escuchar un discurso, portaban pancartas con leyendas como "papa: los pobres marchamos contra las migajas de esta democracia" o "no puede dar la paz un cómplice que ayuda y ampara a violador".

Molestos con la policía por impedirles avanzar, algunos manifestantes aseguraron a medios locales que sufren "de forma constante" la represión de los carabineros y del gobierno frente a sus demandas.

"Estamos en desacuerdo por la venida de un Papa que gasta miles de millones de pesos, que es una visita de Estado, habiendo tanto pobre en el país", sostuvo uno de ellos. La marcha fue convocada por Unidad Revolucionaria, Sindicato Sintrac y el Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical, entre otras agrupaciones.

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