La jueza Alexandra Rivera Sáez, del Tribunal de San Juan, encontró causa para juicio contra Mayra Nevares Torres, imputada de haber provocado la muerte de Justin Santos Delanda, hermano de Arcángel, mientras conducía en alegado estado de embriaguez.
En la mañana, testificó el paramédico José Pérez Castro, quien la atendió en la escena.
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El hombre dijo en sala que transportó a Nevárez Torres al Hospital de la UPR en Carolina. Declaró que, durante el trayecto, la mujer se mostró desorientada y no permitió que le pusieran una mascarilla.
El paramédico describió el comportamiento de la imputada como hostil. Ya en el hospital, le habría preguntado en dos ocasiones que por qué ella estaba allí. El hombre le contestó que había estado involucrada en un accidente en el que una persona murió. La mujer, dijo, no tuvo ninguna reacción a su respuesta.
En horas de la tarde, testificó Keven Monserrate Gandía, quien viajaba como pasajero junto al occiso. El hombre describió las heridas graves que sufrió tras el choque vehicular y el tratamiento que recibió. Tuvo que ser sometido a varias operaciones y aún recibe la visita de un enfermero en su hogar.
“No ha sido fácil, me ha chocado demasiado”, manifestó el joven sobre la pérdida de su amigo.
Puerto Rico
EVIDENTE ESTADO DE INTOXICACIÓN
El jueves testificó el agente de la División de Patrullas de Carreteras Benedicto Oquendo Torres.
El policía describió a la imputada como en “evidente estado de intoxicación”, con hablar pesado, ojos rojizos y un fuerte olor a alcohol.
Según dijo, en el hospital, mientras se hacían los trámites para realizarle a Nevárez Torres la prueba de alcohol en la sangre, pudo verla como se reía y se ponía seria.
El accidente ocurrió el pasado 21 de noviembre, en el puente Teodoro Moscoso.
El proceso fue pospuesto en enero. La mujer enfrenta cargos de "imprudencia crasa y temeraria" que provocó la muerte de Santos y heridas a otras personas, además, de manejar en estado de embriaguez.
A Nevárez Torres le radicaron cargos el pasado 17 de diciembre y se le impuso una fianza de $300,000, que fue prestada por la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio (OSAJ). Desde entonces, permanece bajo supervisión electrónica. Se expone a una pena máxima de 15 años de cárcel.
DESGARRADORA SÚPLICA
Al ver a Nevárez Torres en el Tribunal, la madre y la hermana de la víctima suplicaron a la mujer que se disculpara.
"Me durmió a mi niño", decía desconsolada la madre. "Por lo menos mírame, dime algo", le pedía, repetidamente.
La hermana de Justin y Arcángel, por su parte, también sollozaba exigiendo que Nevárez Torres le pidiera disculpas a su madre.
