El secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Eduardo Rivera Juanateyinformó este sábado que partir del 11 de noviembre, se reanudarán las visitas familiares en las instituciones penales, tanto de adultos como de juveniles, bajo un estricto protocolo que persigue salvaguardar la salud de los empleados, la población penal y los propios familiares.
“El contacto familiar es un renglón fundamental para el bienestar de cualquier ser humano y más aun para el proceso de la rehabilitación de todo confinado. Sin embargo, el COVID-19 nos ha trastocado la manera en que tenemos ese contacto con nuestros seres queridos. Conscientes de ambas perspectivas, establecimos un plan interno mediante el cual durante los pasados meses hemos estado instalando módulos de acrílicos en todas las instituciones correccionales para atemperarlas a la nueva realidad, y se aprobó una Orden Administrativa para reiniciar las visitas conforme a los protocolos vigentes, de forma ordenada y siguiendo las nuevas reglas establecidas por el Departamento de Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)”, dijo Rivera Juanatey.
Según se dispuso en la Orden Administrativa, publicada en el portal web del DCR, cada miembro de la población correccional tendrá derecho a dos visitas al mes. Los días de visitas serán coordinados por el personal correspondiente de cada institución. El horario de visita será de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. y las visitas no se extenderán por más de 30 minutos.
“Las visitas serán sin contacto en las instituciones correccionales y en los centros de tratamiento social (instituciones juveniles). La Orden Administrativa prohíbe el contacto físico durante la visita con cualquier persona presente en el salón de visitas. Durante estos meses hemos estado habilitando las áreas de visitas para que cumplan con el distanciamiento, incorporando barreras acrílicas y divisores para proteger a los confinados, evitando la exposición al COVID-19. Previo a la entrada de cada miembro de la población correccional a su cubículo de visita, personal del DCR limpiará y desinfectará las superficies de dicho cubículo. A cada visita podrán asistir dos familiares del miembro de la población correccional simultáneamente. De uno de ellos ser menor de dieciocho años, el otro familiar tiene que ser un adulto con la capacidad legal para hacerse responsable de dicho menor, el cual deberá mantener una conducta acorde con las normas establecidas de impedir el contacto físico con cualquier otra persona. Además, se deberá observar una distancia de seis pies (6’) entre cada persona, a excepción de los dos familiares que hayan acudido en conjunto o que el material de acrílico presente una barrera efectiva entre las personas”, explicó el Secretario de Corrección.
En cuanto a las medidas de protección, Rivera Juanatey indicó que, todo confinado, ya sea sentenciado o sumariado, y los visitantes deberán utilizar una mascarilla que les cubra de manera adecuada la nariz y la boca en todo momento. El visitante traerá su mascarilla y no podrá quitársela en ningún momento mientras se encuentre en las facilidades del sistema correccional. Estos, además, tendrán que utilizar los desinfectantes disponibles, previo a entrar a la institución y al área de visita. El personal adscrito a Corrección también llevará equipo de protección, como lo ha estado haciendo desde el inicio de la pandemia.
Rivera Juanatey hizo un llamado a todos los empleados del sistema correccional, familiares, miembro de la población correccional y menores transgresores a colaborar con las normas de protección y seguridad durante las visitas para el bien de todos. “La reanudación de las visitas representa un paso importante para el proceso de rehabilitación, pero tenemos que estar conscientes de que en la medida en que personas externas accedan las instituciones, los riesgos de contagio aumentan. Se requiere así la cooperación de todos los participantes para proteger a la población correccional y a nuestro personal, quienes sostienen y hacen viable estas visitas en las instituciones. La responsabilidad recae sobre todos”, dijo.
A tono con la Orden Administrativa, los visitantes, también deberán completar una entrevista en el punto de cotejo, donde se les tomará la temperatura. De presentar síntomas, o proveer información que conlleve a determinar riesgo de posible contagio, no se permitirá la entrada y será orientado conforme al protocolo que evita la propagación del virus. No se permitirá la entrada de paquetes o artículos de índole alguno a las instituciones correccionales. No se autorizará la compra de comestibles en las máquinas expendedoras ubicadas en los salones de visitas, ni el consumo de ningún tipo de alimentos durante la visita.
Puerto Rico
Todo visitante y miembro de la población correccional tendrá que cumplir con las normas básicas establecidas para la visita. El no hacerlo, será razón suficiente para no autorizar y/o suspender la visita.
Rivera Juanatey señaló que, en las instituciones de menores transgresores, denominadas Centros de Tratamiento Social, también se garantizarán dos visitas presenciales al mes por cada menor transgresor y éstas tendrán una duración de treinta (30) minutos. El periodo de visitas será supervisado por un trabajador social. Cónsono con las instituciones de adultos, en las juveniles, cada menor transgresor podrá recibir un máximo de dos visitantes por visita. De uno de ellos ser menor de dieciocho (18) años, el otro familiar tiene que ser un adulto con la capacidad legal para hacerse responsable de dicho menor, el cual deberá mantener una conducta acorde con las normas establecidas de impedir el contacto físico con cualquier otra persona. Se prohíbe el contacto físico durante la visita con cualquier persona presente en el salón de visitas. Se deberá observar una distancia de seis pies (6’) entre cada persona, a excepción de los dos (2) familiares que hayan acudido en conjunto o que el material de acrílico presente una barrera efectiva entre las personas.
Además, todo visitante y los menores transgresores que se encuentren participando de la visita deberán permanecer con sus mascarillas que les cubra de manera adecuada la nariz y la boca en todo momento. El visitante traerá su mascarilla y no podrá quitársela en ningún momento mientras se encuentre en las instalaciones. Debe utilizar los desinfectantes disponibles previo a entrar al centro y al área de visita y completar con el cernimiento médico establecido en cumplimiento con el protocolo establecido para atender el COVID-19. No se permitirá la compra y entrega de snacks ni el uso de las máquinas dispensadoras, comestibles o paquetes.
El secretario del DCR agregó que el familiar del menor transgresor en custodia deberá presentar una carta de autorización suministrada por el Centro de Servicios Multifamiliares. Los menores transgresores ingresados, en calidad de detención, aprensión o sumariado, solamente recibirán visitas del padre, madre o encargado, e hijos, conforme a la limitación de solo dos personas por visita.
La Orden Administrativa también dicta que cada centro de tratamiento social, a tenor con sus particulares físicas o de haber experimentado problemas en el curso de las visitas familiares con los hijos de los menores transgresores, podrá establecer de manera fundamentada las razones por las que en adelante la visita de los hijos se llevará a cabo utilizando el mecanismo de la dinámica especial supervisada (video llamada), en coordinación con su Manejador(a) de Caso de Comunidad.
“Todo visitante y menor transgresor deberá cumplir con la reglamentación básica establecida en las Normas de Visitas. El no hacerlo, será razón suficiente para no autorizar y/o suspender la visita. Proteger nuestras instituciones del COVID-19 es un trabajo de todos y eso incluye a los familiares visitantes”, puntualizó el funcionario.