La exfuncionaria del Departamento de Salud (DS) Mabel Cabeza testificó este martes ante la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.
Su declaración ocurre luego de que ayer, lunes, se presentaran ante la comisión el secretario de la Gobernación, Antonio Pabón; la subsecretaria de la Gobernación, Lillian Sánchez; y la ayudante especial de la gobernadora, Marisol Blasco.
A su llegada al Capitolio, Cabeza dijo que durante las vistas se ha mentido sobre lo que ocurrió con la compra de las pruebas.
Según su abogada, Cabeza es un "chivo expiatorio" para esconder la "malversación obscena que ha habido en estas compras".
La exfuncionaria solicitó ayer, lunes, mediante comunicación escrita sometida por su abogada la inhibición del presidente de la Comisión, Juan Oscar Morales. Sin embargo, su petición fue denegada.
Quiso, además, leer su ponencia -la cual entregó por escrito ayer a la Comisión- y su solicitud también fue rechazada. Según Morales, su ponencia ya fue sometida como evidencia.
La exfuncionaria explicó que se le delegaron funciones en el Departamento de Salud porque el exsecretario Rafael Rodríguez necesitaba ayuda y no quería tener que hacer “micro management”. Reveló, además, que posteriormente Rodríguez le informó que había sido despedido. Ayer, el secretario de la Gobernación, Antonio Pabón, djio en la vista que el secretario renunció.
Cabeza reveló que siguió instrucciones de la gobernadora, tras una reunión el 17 de marzo, para buscar información sobre pruebas de COVID-19 y laboratorios disponibles.
Al otro día, dijo, la ex secretaria interina Concepción Quiñones de Longo supuestamente le habría dicho que no le gustaba que la retaran. Tras la declaración, Cabeza solicitó un receso tras mostrarse emocionalmente afectada.
“Ella no me botó como se dijo por ahí. Lo que me dijo era que yo no era de su confianza. Lo que cambió fue el lugar", sostuvo. Fue enviada a trabajar con el Task Force y continuó devengando un salario de $7,200, más un diferencial de $300. Durante el tiempo que trabajó con el grupo médico, entendió que su supervisor era el Dr. Segundo Rodríguez. En la vista, Cabeza dijo que Rodríguez mintió al identificarla a ella como engargada de compras.
El. representante Morales manifestó las supuestas razones por las que Quiñones de Longo le retiró su confianza, como la contratación de su hermana, Lumary Cabeza, a través de ManPower, a quien se le pagaba $80 la hora.
En más de una ocasión, Cabeza aseguró que no manejaba órdenes de compra y negó haber participado en la compra de pruebas rápidas a 313 LLC, ni conocer al dueño de la empresa.
Negó además haber obtenido el puesto tras ser referida por Elías Sánchez o por su esposa, Valerie Rodríguez, aunque son amigos. Dijo que llegó a ocupar el puesto en Salud tras colocar su resumé en un portal del Departamento.
“He sido la chiva expiatoria de todo el mundo”, dijo.
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