Luego de que padres y maestros elevaron sus cuestionamientos sobre la tardanza en el inicio de clases y, en otros casos, los traslados de estudiantes del Departamento de Educación (DE), bajo la filosofía Montessori, el secretario del DE, Eligio Hernández Pérez alegó el lunes que hay problemas con la propuesta que hizo el Instituto Nueva Escuela, para contratar sobre 230 asistentes de guías Montessori en unas 45 comunidades alrededor de la isla.
“Hay unas debilidades en esa propuesta. Puedo asegurar en el día de hoy que la parte fiscal que establece la cantidad de $3.5 millones, no cuadra con la provisión que hizo el Instituto Nueva Escuela, Se le va a devolver la propuesta al Instituto Nueva Escuela a los fines de que puedan corregir las deficiencias encontradas”, dijo Hernández Pérez.
Padres y madres del sistema Montessori criticaron que a tres semanas de haber comenzado el curso escolar todavía ese Contrato de Servicios con el Instituto Nueva Escuela no se haya firmado.
“Nuestros hijos no pueden seguir esperando. El presupuesto para la contratación de las asistentes Montessori fue aprobado en julio. A mediados de julio en comunicación con el INE, el Secretario reconoció que el contrato es sencillo, pues es el mismo que han utilizado durante los últimos dos años, y que estaría listo para fines de julio y así poder contratar a las asistentes de guías Montessori para que comenzaran el 1 de agosto. El 2 de agosto, en reunión con la Directora Ejecutiva del INE, el Secretario Hernández habló de que tenía muchos contratos por salir pero que haría todo lo posible para que el de las asistentes saliera entre lunes y martes de la próxima semana. (5-6 de agosto). Una semana después el contrato aún no ha sido firmado por el ejecutivo de dicha agencia y esto está afectando la educación de nuestros hijos en las escuelas Montessori. Estos asistentes son esenciales para que el sistema Montessori funcione adecuadamente al ayudar a proveer asistencia individualizada a más estudiantes” informó Rosaelena Suárez Sierra, madre de estudiante Montessori en la escuela Luis Llorens Torres en comunicación escrita.
Explicó que el secretario, quien en las vistas de presupuesto de la Legislatura dijo que apoyaba el proyecto y que apoyaba la asignación de 3.5 millones de dólares aprobada tanto por la Legislatura y por la Junta de Control Fiscal, dilata sin explicación razonable alguna la firma de dicho contrato de los asistentes que son claves para que los niños reciban la mejor educación del sistema Montessori.
“En estos momentos en que el empleo es escaso en Puerto Rico, se dilata un contrato que daría empleo a sobre 230 personas en comunidades bajo nivel de pobreza alrededor de la isla. ¿Cómo es posible, que habiendo los fondos, la necesidad, el contrato listo… no se haya firmado? ¿Por qué la lentitud del Secretario?” dijo por su parte Jesmarie Santiago, madre de estudiante Montessori en Península de Cantera.
Damaris Rondón, madre de dos estudiantes Montessori en la escuela Montessori elemental Luis Llorens Torres cuestionó por qué no se apoya más al sistema público Montessori que ha probado ser muy efectivo. “En estos momentos de crisis del Departamento de Educación, el proyecto Montessori sigue dando buenos frutos y sigue creciendo. ¿Cómo es posible que se le haga tan difícil contratar al personal necesario?”, indicó Rondón.
Puerto Rico
“El secretario dice que todo está bien en Educación pero no es así. Estamos entrando en la tercera semana de agosto—hay niños que no han podido comenzar el semestre; salones multi edad e inclusivos, que sirven a un 40% de niños de educación especial. Los ambientes están llenos de estudiantes que se perjudican por esta falta de acción del Secretario. Esto afecta a sobre 500 maestros y maestras del sistema del nivel pre-escolar y elemental, sobre 14,000 niños del sistema y 230 asistentes de guías Montessori. Somos sobre 25,000 padres y madres que estamos sorprendidos e indignados con esta burocracia que a fin de cuentas lo que hace es perjudicar a nuestros hijos”, dijo Karmen Lebrón, madre de estudiante Montessori en Guayama.
