Damián Rivera, un joven de 24 años, denunció ser víctima de agresión sexual por parte de un familiar, cuando era solo un niño.
La agresión ocurrió en la vivienda de su abuela donde era cuidado y el patrón de acoso continuó hasta sus 9 años, cuando salió de Puerto Rico junto a su madre, según dijo.
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“El hijo del esposo de mi abuela abusaba de mí cuando era chiquito, me explotaba sexualmente”, afirmó con marcada carga emocional.
Luego de 15 años, Rivera determinó radicar cargos contra su presunto agresor, pero fueron desestimados en vista de determinación de causa.
Según indicó a Telenoticias la fiscal que estuvo a cargo del caso, Lourdes Ramírez Hernández, la decisión del juez José Parés Quiñones se amparó en el Código Penal de 2004 que establecía un término de cinco años para llevar un proceso judicial contra un agresor, una vez el perjudicado cumplía los 18 años.
“Cómo quieres que yo radique cargos en el 2017, 2018, 2019, cuando estaba en un hospital psiquiátrico”, cuestionó.
Sin embargo, la Ley 34 de 2018, firmada por el exgobernador Ricardo Rosselló, permite que se pueda acusar a un ofensor sexual cuando la víctima se sienta preparada, haciendo que los cargos nunca prescriban independientemente de la edad del perjudicado.
Rivera aseguró que está tratando de apelar el caso “por el simple hecho de que son mis derechos”. El enfermero de profesión no reside en la Isla y su mayor temor es que otros menores sufran lo mismo que él vivió.
“Ya el daño está hecho, no puedo hacer nada, pero puedo hablar y salvar a otros niños”, culminó diciendo.
La portavoz del Departamento de Justicia, Joan Hernández dijo que no se han descartado otras vías de acción fuera de la jurisdicción estatal.
