El candidato opositor a la Presidencia dominicana Luis Abinader mantiene este lunes su amplia ventaja frente al oficialista Gonzalo Castillo cuando se ha contado el 46.07 % de los votos emitidos en las elecciones de ayer.
Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal de la oposición), logra el 52.51 % frente al 36.07 % de Castillo, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien ya ha reconocido su derrota en los comicios, a los que estaban llamados pocos más de 7.5 millones de votantes, casi medio millón de ellos en el extranjero.`
Hasta el momento, Abinader tiene 1,795,352 votos y Castillo, exministro de Obras Públicas, 1,288,457.
En un lejano tercer lugar, con un 8.72 % (298,061 votos), figura el expresidente Leonel Fernández, quien abandonó el PLD el pasado octubre denunciando un fraude en las primarias de ese partido, en las que salió victorioso Castillo, y fundó la Fuerza del Pueblo (FP).
Los resultados representan una gran derrota para el PLD, que lleva cuatro mandatos seguidos al frente del Ejecutivo, primero con Leonel Fernández y luego con Danilo Medina, impedido constitucionalmente de buscar un tercer mandato.
En el Senado, que el oficialismo también controlaba, el PRM aventaja en 17 de las 32 provincias, mientras que aún no están disponibles los resultados de los diputados.
Estas son las primeras elecciones que celebra Latinoamérica en medio de la pandemia del coronavirus, que hasta el momento ha afectado a 37,425 personas en el país, con 794 defunciones.
La pandemia obligó a cancelar la votación de dominicanos residentes en varios países extranjeros, entre ellos Canadá, Reino Unido, Panamá o Argentina.
Con el escrutinio avanzado a cerca del 35% al filo de la medianoche, Castillo (candidato del PLD) reconoció que los resultados eran "irreversibles" y felicitó a Abinader, por su "merecido triunfo".
Abinader, de 52 años, es un empresario del sector turístico y presidente ejecutivo de Grupo Abicor, una compañía que ha desarrollado y operado importantes proyectos turísticos en el país caribeño.
Esta es la segunda vez que Abinader se presenta como candidato, tras participar en las elecciones, de 2016, donde recibió casi un 35% de los votos en la segunda ronda, menos que los 61.7% que recabó Danilo Medina, presidente de República Dominicana desde 2012.
Leonel Fernández, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y la Fuerza del Pueblo (FP), acumulaba el 8.80% de los votos, según los resultados preliminares.
El nuevo presidente de República Dominicana asumirá el cargo el 16 de agosto por un periodo de cuatro años.
EL DISCURSO DE LA VICTORIA
En su discurso de victoria, Abinader prometió gobernar para todos los dominicanos y celebró que el país diera este domingo un "firme paso de avance hacia su democratización, institucionalidad y desarrollo".
También afirmó estar convencido de que su partido enfrentará los desafíos "más difíciles" de la historia del país y dijo que dedicará su Gobierno a proteger la salud, reactivar la productividad de las empresas, recuperar los empleos destruidos por la crisis de la COVID-19 y rescatar la confianza en las instituciones democráticas.
"El camino que nos queda por delante no será fácil, caminaremos con determinación, pero también con prudencia. Solo con la verdad y la confianza podremos conseguir la unidad necesaria y refundar nuestra democracia y desarrollar nuestra nación", agregó ante encendidos vítores de sus partidarios.
RESULTADOS HISTÓRICOS
De confirmarse los resultados, supondrán la primera alternancia en el partido gubernamental desde 2004 y un gran varapalo para el PLD, formación que controlaba el Parlamento y llevaba cuatro mandatos seguidos al frente del Ejecutivo, primero con Leonel Fernández y luego con Danilo Medina.
Fernández abandonó el PLD el pasado octubre denunciando un fraude en las primarias de ese partido, en las que salió victorioso Castillo, y fundó la Fuerza del Pueblo (FP) con el propósito declarado de desalojar del poder a su antigua formación.
El vuelco no supone un cambio de color en términos ideológicos, puesto que tanto el PLD como el PRM son en origen de centroizquierda, pero en la práctica ambas formaciones amoldan sus políticas a la coyuntura.
En cualquier caso, Abinader promete modernizar el Estado y combatir la corrupción, la impunidad y el clientelismo, prácticas que atribuye al PLD y que han contribuido a desgastar la imagen del partido gubernamental, a pesar de la buena marcha de la economía en los últimos años.
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