Autoridades sanitarias de Estados Unidos están alentando a todos quienes se vacunaron contra el COVID-19 a recibir la dosis de refuerzo mientras crece la alarma por la variante Ómicron, una cepa que genera varias mutaciones y que ha sido detectada en numerosos estados. Pero algunos expertos se preocupan porque varias dosis de refuerzos de vacunas que ya existen pueden convertir a las vacunas futuras, si se necesitan, en menos efectivas.
Las mutaciones de la variante sugieren que pueden evitar algo de la inmunidad otorgada por la vacuna o por una infección natural. Mientras autoridades federales y farmacéuticas esperan los resultados de laboratorios para ver cuánta amenaza presenta Ómicron a las vacunas, por ahora, los refuerzos existentes son la mejor defensa contra la nueva cepa y la altamente contagiosa variante Delta, dijeron el doctor Anthony Fauci y otros epidemiólogos e inmunólogos.
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Pero, ¿cuál es la mejor estrategia de ahora en adelante para los refuerzos? Y si los refuerzos son necesarios por años, tal como lo sugirió el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, ¿deberán ser modificados?
Este artículo fue publicado en NBC News. Para leerlo de manera completa, haz clic aquí.