WASHINGTON — El presidente Joe Biden criticó la decisión de la Corte Suprema de Justicia de permitir la entrada en vigencia de la polémica ley que prohíbe la mayoría de los abortos en Texas y anunció que analizarán acciones para garantizar el derecho de las mujeres de interrumpir el embarazo en el estado más grande del país.
Y es que el alto tribunal rechazó este jueves por 5 votos contra 4 una apelación de emergencia presentada por profesionales de la salud y otros sectores para frenar la aplicación de la norma que entró en vigor el miércoles. La mayoría dijo que quienes presentaron el caso no habían cumplido la enorme cantidad de requisitos necesarios para suspender la ley.
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"El fallo de la Corte Suprema de la noche a la mañana es un abuso sin precedentes a los derechos constitucionales de la mujer, bajo Roe v. Wade, que ha sido la ley del país durante casi 50 años", expresó el presidente Biden tras darse a conocer la decisión.
Por su parte, el fiscal general Merrick B. Garland dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia está "preocupado" por la entrada en vigor de la ley y advirtió que están "evaluando todas las opciones para proteger los derechos constitucionales de las mujeres, incluido el acceso al aborto”.
El mandatario agregó que "al permitir que entre en vigencia una ley que faculta a los ciudadanos privados (de este derecho) en Texas a demandar a los proveedores de atención médica, a los miembros de la familia que apoyan a una mujer que ejerce su derecho a elegir después de seis semanas, o incluso a un amigo que la lleva a un hospital o clínica, se desata el caos inconstitucional y empodera a quienes se proclamen ejecutores de la ley a lo que podría traer impactos devastadores".
"En lugar de usar su autoridad suprema para garantizar que se pueda buscar justicia de manera justa, el Tribunal más alto de nuestro país permitirá que millones de mujeres en Texas que necesitan atención reproductiva crítica sufran mientras los tribunales examinan las complejidades procesales. Los desacuerdos del presidente del Tribunal Supremo Roberts y los jueces Breyer, Sotomayor y Kagan demuestran poderosamente el error de la acción de la Corte aquí", criticó el presidente Biden.
Sin embargo, los magistrados sugirieron que es posible que esta orden no sea la última palabra sobre la ley ya que pueden presentarse otros recursos.
“Al llegar a esta conclusión, subrayamos que no pretendemos resolver definitivamente ninguna reclamación jurisdiccional o sustantiva en la causa de los demandantes. En particular, esta orden no se basa en ninguna conclusión sobre la constitucionalidad de la ley de Texas, y no limita de ningún modo otras impugnaciones adecuadas procesalmente a la ley de Texas, incluyendo en las cortes estatales del estado de Texas”, dijo el tribunal en un fallo sin firmar.
"Si bien el presidente del Tribunal Supremo fue claro al enfatizar que la acción de la Corte Suprema no es un fallo final sobre el futuro de Roe, el impacto de la decisión de anoche será inmediato y requiere una respuesta inmediata", sostuvo el presidente Biden.
Biden añadió que está ordenando al Consejo de Política de Género a la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca que hagan "un esfuerzo de todo el gobierno para responder a esta decisión, mirando específicamente al Departamento de Salud y Servicios Humanos y al Departamento de Justicia para ver qué pasos el gobierno federal puede tomar medidas para garantizar que las mujeres en Texas tengan acceso a abortos seguros y legales protegidos por Roe, y qué herramientas legales tenemos para aislar a las mujeres y los proveedores del impacto del extraño esquema de Texas de ejecución subcontratada a partes privadas".
Por su parte, el Procurador General de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, comentó que "el Departamento de Justicia está profundamente preocupado por la SB8 de Texas". Agregó que están "evaluando todas las opciones para proteger los derechos constitucionales de la mujer, incluyendo acceso a un aborto".
La ley de Texas, firmada por el gobernador republicano Greg Abbott en mayo, prohíbe interrumpir el embarazo una vez que los profesionales de la salud detecten actividad cardíaca, algo que suele ocurrir alrededor de las seis semanas y antes de que la mayoría de las mujeres sepan que están embarazadas.
Cabe señalar que esta ley no ofrece excepciones para permitir abortos en casos de incesto o violación.
Esta es la ley más estricta contra el derecho al aborto en Estados Unidos desde la histórica decisión del tribunal en el caso Roe vs Wade en 1973 y forma parte de un impulso más amplio de los republicanos para restringir la interrupción del embarazo en todo el país.
Cuando la SB8 entró en vigor este miércoles, el gobernador de Texas, Greg Abbott tuiteó: "Ninguna libertad es más preciosa que la vida misma. A partir de hoy, todo niño por nacer con un latido cardíaco estará protegido de los estragos del aborto. Texas siempre defenderá el derecho a la vida".
Al menos 12 estados más han presentado prohibiciones al respecto, pero todas han sido bloqueadas.
Los legisladores de Texas redactaron la ley para evadir la revisión de la corte federal al permitir que sean los ciudadanos a título personal quienes presenten demandas civiles ante la corte estatal contra cualquier persona implicada en un aborto, que no sea el paciente.
En otras leyes contra el aborto son los funcionarios estatales y locales quienes velan por su cumplimiento, con posibles sanciones penales.
En el caso de Texas, una persona podría denunciar a quien practique un aborto o a cualquiera que lo facilite, por ejemplo, llevando a una mujer a una clínica para someterse al procedimiento. De acuerdo con la ley, cualquiera que demande con éxito a otra persona tendrá derecho a recibir al menos $10,000.
Después de que una corte de apelaciones estatal se negó a revisar el texto antes de su aplicación, los contrarios a la medida solicitaron la revisión de la Corte Suprema.
En un comunicado tras la decisión, Nancy Northup, directora del Centro de Derechos Reproductivos, que representa a los profesionales señalados por la ley, prometió “seguir luchando contra esta prohibición hasta que se restablezca el acceso al aborto en Texas”.