Un hombre que estaba reacio a hacerle unos pequeños arreglos a su hogar, fue convencido por una familia a remodelarla.
Lo que comenzó como un sueño en la temporada navideña, se convirtió en una terrible pesadilla que le ha costado miles de dólares.
Carlos Rivera dijo que pagó $2,000 como depósito para unas puertas y ventanas, las que le dijeron que tardaban 30 días. El 11 de diciembre esperó la entrega, pero nunca llegaron. Rivera fue a las oficinas, y encontró el edificio cerrado. Fue a otra tienda y saldó su compra pero la mercancía nunca llegó.
Otra consumidora también se vió con el mismo problema con la misma compañía.