crimen en Nuevo México

Les darían la opción de escoger entre permanecer en la cárcel o recibir el tratamiento.

Supuestamente, intentó entrar a un restaurante para esconderse de los oficiales.

La víctima murió en el hospital a consecuencia de sus heridas.

Presuntamente concertó una cita con la “familia” del agente encubierto con el fin de participar en actos sexuales con dos menores, uno de 12 años y otro de 8.

El acusado admitió que no permitió que la víctima se fuera, contactara a su familia o denunciara las agresiones.

La menor dijo que se escapó de su casa en mayo para huir del abuso.

Tras su liberación de prisión, estará sujeto a tres años de libertad supervisada.

Amenazaba a las víctimas con exponer las fotos para obligarlas a continuar participando en actos sexuales y enviarle videos de los mismos.

Al cumplir su condena deberá registrarse como ofensor sexual por el resto de su vida.

Según las autoridades, Rubio tenía órdenes de arresto, estaba en posesión de un arma de fuego y presuntamente se negó a volver a estar bajo custodia policial.

Estuvo hospitalizado desde el día del incidente tras haberse autolesionado a consecuencia de una condición mental.

Estuvo hospitalizado desde el día del incidente tras haberse autolesionado a consecuencia de una condición mental.

Encontraron un diario que documentaba las imágenes y las edades de los niños encontrados en los archivos, así como el deseo expresado por Griego de tener una relación romántica con las jóvenes retratadas.

Fue condenado por cargos de secuestro, intento de asesinato, agresión, asalto, robo, conspiración y ser un delincuente en posesión de un arma de fuego.

“Que no sea cobarde, que se entregue”, exigió la madre.

Fue guardia de seguridad del Centro de Tratamiento y Recuperación de Mujeres.

Los delitos cometidos contra las víctimas incluyen penetración sexual delictiva de un menor.

Los investigadores creen que el tigre está con alguien “en Nuevo México o en un estado cercano”.

Presuntamente los menores vivían en condiciones infrahumanas y los encadenaban a sus camas para que no salieran de sus cuartos.

Las autoridades informaron que aún no pueden determinar si los homicidios fueron crímenes de odio hasta que hayan identificado a un sospechoso y puedan determinar su motivo.