En el Vaticano, el Papa Francisco aprobó una reforma del código penal del estado que endurece las sanciones en casos de abuso de menores, la prostitución infantil y la pornografía que involucre a niños. Aprobada a través de un decreto de "motu proprio", la reforma ocurre después de que la organización de las Naciones Unidas llamara al estado católico a dar explicaciones por las acciones tomadas en los casos de pederastia por parte de sacerdotes y otros miembros de la estructura eclesiástica.
Con este reforma, que afectará a todo el territorio del Vaticano y a los embajadores y personal diplomático de la santa sede, el pontífice pretende adecuar la legislación vaticana a las normas internacionales vigentes.
En mayo pasado, el Papa Francisco pidió que se actúe "con determinación" contra los abusos sexuales cometidos por el clero durante décadas, que afectaron a miles de menores en todo el mundo.