Una dueña de una vivienda al norte de Los Ángeles, en California, se encontró con varios huéspedes que no fueron invitados en el patio de su casa: una familia de osos.
La mujer logró grabar a los animales, que estaban trepados sobre el techo de la propiedad para poder alcanzar los frutos de un naranjo.
La osa y sus cachorros comieron las frutas y luego durmieron una siesta sobre el techo. Fue allí que las autoridades lograron lanzarle tranquilizantes a los animales para luego poder trasladarlos de vuelta a su hábitat.
La vivienda está ubicada en La Crescenta, California.