Trump declarará Emergencia Nacional

La movida le permite redirigir los fondos que estaban asignados para Puerto Rico.

El senador republicano Mith McConnell dijo el jueves a la tarde que el presidente Donald Trump está listo para firmar el plan presupuestal acordado que evite el cierre del gobierno pero añadió que también declarará la Emergencia Nacional para lograr los fondos necesarios para la construcción del muro.

La declaración permitirá que Trump utilice los fondos que estaban asignados para la reecontrucción de Puerto Rico para construir su muro. 

El Congreso de Estados Unidos parecía a punto de llegar a un desenlace inusualmente bipartidista de su ruidoso enfrentamiento con Donald Trump, mientras los legisladores se preparan para aprobar un acuerdo sobre la seguridad fronteriza que provee una mínima fracción del dinero que pedía el presidente para el muro con México, un pacto con el que se busca evitar un nuevo cierre del gobierno.

Con la firma renuente de Trump ampliamente esperada, pero difícilmente segura, los líderes del legislativo planeaban votar el jueves el amplio paquete. Ahora, se suma la intención del presidente de declarar Estado de Emergencia por lo que él considera la situación en la frontera sur a raíz del arribo de migrantes con intenciones de solicitar asilo, desmentida por legisladores de la oposición.

Se daba por sentada la aprobación, primero por el Senado de mayoría republicana y luego por la Cámara de Representantes dominada por los demócratas, donde importantes mayorías se aprestaban a votar por el “sí”.

“Estoy seguro que se aprobará. No hay dramas, que yo sepa”, dijo el principal contador de votos demócrata, el representante James Clyburn.

La firma de Trump pondría fin a una ruidosa epopeya legislativa que comenzó antes de Navidad y finaliza, apropiadamente, el Día de los Enamorados.

Entre uno y otro se produjo el cierre parcial del gobierno durante 35 días, provocado por Trump y que estaba vigente cuando los demócratas tomaron el control de la cámara baja, obligando al presidente a compartir el poder por primera vez.

El cierre fue un fiasco político para Trump y una victoria inicial para la presidenta demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi.

Los dos partidos se oponen terminantemente a un nuevo cierre. Esto debilita la posición de Trump y dio lugar al acuerdo bipartidista sobre la seguridad fronteriza, que contrasta con las diferencias aún vivas sobre salud pública, impuestos e investigaciones que implican al presidente.

Producto de casi tres semanas de conversaciones, el acuerdo provee algo menos de $1,400 millones para las nuevas bardas en la frontera.

Esto es menos de los $1,600 millones de un proyecto bipartidista que Trump rechazó hace meses y basta para construir apenas 55 millas de barricadas, no las más de 200 millas que el presidente había pedido.

Lo que brilla por su ausencia en las 1,761 páginas de legislación y material explicativo es la palabra “muro”, la misma que figura tan prominentemente en los cánticos y carteles de los actos de Trump. Los términos preferidos son “barriers” (“barreras”) y “fencing” (“valla”).

El acuerdo presionaría al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) a reducir gradualmente el número de detenciones de inmigrantes sin autorización.

Para consternación de los demócratas, miles de inmigrantes seguirían en las cárceles de una agencia que muchos consideran abusiva.

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