WASHINGTON — Un fiscal especial concluyó su investigación de cuatro años sobre el posible mal manejo del FBI en su indagación a presuntos vínculos entre la campaña de Donald Trump en 2016 y el gobierno ruso, lanzando duras críticas a la agencia de seguridad pero muy lejos de las predicciones del expresidente de que se destaparía “el crimen del siglo”.
El reporte el lunes del fiscal especial John Durham es la conclusión largamente esperada de una averiguación que según Trump y sus aliados iba a exponer una ilegalidad masiva por parte de las agencias policiales y de inteligencia. En lugar de ello, la investigación de Durham arrojó resultados decepcionantes. Los fiscales lograron que un empleado del FBI poco conocido se declarara culpable, pero perdieron los únicos dos casos penales que pudieron llevar a juicio.
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El informe de aproximadamente 300 páginas cataloga lo que Durham considera que fueron una serie de pasos en falso del FBI y el Departamento de Justicia cuando los investigadores emprendieron una pesquisa políticamente explosiva en el fragor de las elecciones de 2016 para determinar si la campaña de Trump estaba coludida con Rusia para inclinar el resultado. Criticó al FBI por abrir una investigación completa basada en “inteligencia cruda, no analizada y no corroborada”, y destacó que la velocidad a la que lo hizo se apartó de la norma.
Durham subrayó que los investigadores se basaron repetidamente en el “sesgo de confirmación”, ignorando o racionalizando la evidencia que socavaba su premisa de una conspiración entre Trump y Rusia cuando impulsaban la averiguación.
“Nuevamente, el hecho de que el FBI no haya analizado críticamente la información que iba en contra de la narrativa de una relación colusiva entre Trump y Rusia exhibida a lo largo de Crossfire Hurricane es extremadamente problemático”, se lee en el informe. “Crossfire Hurricane” fue el nombre en clave del FBI para su investigación.
El impacto del reporte, si bien critica duramente al FBI, probablemente será atenuado por el irregular historial de enjuiciamiento de Durham y por el hecho de que muchos de los episodios de siete años que cita ya fueron examinados de manera exhaustiva por el inspector general del Departamento de Justicia.
El FBI también había anunciado desde hace tiempo docenas de acciones correctivas. Aún así, es probable que los hallazgos de Durham amplifiquen el escrutinio del FBI en un momento en que Trump nuevamente busca la Casa Blanca, y también ofrezcan un nuevo forraje para los republicanos del Congreso que han iniciado su propia investigación sobre la supuesta “politización” del FBI y el Departamento de Justicia.