UVALDE, Texas — Dos meses después de la masacre escolar de Uvalde, la policía estatal de Texas anunció el lunes una revisión interna sobre las acciones de decenas de oficiales que estuvieron en la Escuela Primaria Robb durante 73 minutos de desconcertante inacción por parte de las autoridades mientras el atacante asesinaba a 19 niños y dos maestras.
El anuncio parece ampliar las repercusiones de un reporte de 80 páginas de la Cámara de Representantes del estado que se difundió durante el fin de semana, el cual reveló fallas en todos los niveles de la policía e identificó a 91 patrulleros estatales en el lugar, una cifra que supera a todos los agentes de Uvalde combinados. También se suma a un cambio en la postura pública del Departamento de Seguridad Pública de Texas, que hasta ahora ha criticado principalmente a las autoridades locales por no confrontar antes al atacante.
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El reporte difundido el domingo detalló por primera vez la magnitud de la presencia de la policía estatal y de la Patrulla Fronteriza en el lugar durante uno de los peores tiroteos escolares en la historia de Estados Unidos.
“Tienes a 91 agentes en el lugar. Tienes todo el equipo que podrías querer, ¿y estás escuchando al policía escolar local?”, cuestionó el senador estatal Roland Gutiérrez, un demócrata cuyo distrito incluye a Uvalde y quien ha acusado a la agencia de policía estatal de intentar minimizar su participación en la respuesta.
Los hallazgos de que los agentes de la Patrulla Fronteriza y de la policía estatal conformaban más de la mitad de los 376 elementos policiales que se presentaron en la escuela del sur de Texas el 24 de mayo reparten la responsabilidad por una respuesta mucho más lenta y caótica que las versiones anteriores que enfatizaban los errores de los agentes de Uvalde.
El reporte dejó claro que la “toma de decisiones notablemente deficiente” por parte de las autoridades va más allá de la policía de Uvalde, la cual eventualmente fue superada en una proporción mayor a 5 a 1 por los agentes estatales y federales en el lugar. Otros policías locales de zonas cercanas a Uvalde también respondieron al tiroteo.
El reporte ofrece una nueva perspectiva sobre la participación de las agencias estatales y federales cuyos responsables, a diferencia de las autoridades locales, no han tenido que estar presentes en reuniones en las que han sido confrontados por los indignados padres de los niños asesinados.
De los casi 400 agentes que coincidieron en la escuela, solo hay dos de los que se tenga conocimiento que se encuentran bajo licencia en lo que se completan investigaciones por sus acciones: Pete Arredondo, el jefe de policía del distrito escolar consolidado de Uvalde, y el teniente Mariano Pargas, un agente del Departamento de Policía de Uvalde que era el jefe interino de la policía de la ciudad durante la masacre.
La policía estatal ha dicho previamente que no se ha suspendido a ninguno de sus agentes que estuvieron en el lugar. El lunes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que los hallazgos del reporte “son sumamente perturbadores”, pero no se refirió a ninguna agencia en particular.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas no estableció un plazo para completar su revisión. Señaló que se examinarían las acciones de todos los patrulleros, agentes de la policía estatal y miembros de los Rangers de Texas que estuvieron en el lugar “para determinar si ocurrieron violaciones a las políticas, leyes o doctrinas”.