WASHINGTON - El juicio por las torturas a prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib en 2003 llegará el próximo lunes a los tribunales estadounidenses, justo cuando se cumplen 20 años de la publicación de las fotografías que dieron a conocer los hechos a nivel mundial, en las que se ve a los maltratados junto a soldados estadounidenses.
Estos casos de abusos se efectuaron por parte de personal de la Policía Militar de Estados Unidos, agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y contratistas de CACI Premier Technology, una empresa contratada por el gobierno estadounidense para prestar servicios de interrogatorio en dicha prisión.
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Ante el escándalo, el Departamento de Defensa estadounidense expulsó soldados y oficiales y en 2006 las autoridades militares de EEUU decidieron cerrar Abu Ghraib, pero en el 2008 el Centro por los Derechos Constitucionales -hoy representantes de los demandantes- presentó una demanda federal contra CACI.
Después de alrededor de 20 intentos de CACI para que el caso se desestimara, en 2021 la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó sus recursos de apelación y devolvió el caso al tribunal de distrito correspondiente.
Ahora tres supervivientes del caso -Suhail Al Shimari, Asa’ad Zuba’e y Salah Al-Ejaili- tendrán la oportunidad de testificar en el Tribunal de Distrito General de Alexandria en el estado de Virginia, donde tiene la sede la demandada CACI.
El objetivo de la defensa será responsabilizar a CACI de establecer las condiciones que dieron lugar a las torturas, ya que afianza que dicha contratista tecnológica dio instrucciones a la policía militar para "ablandar" a los detenidos antes de someterlos a interrogatorios.
La investigadora sobre Irak en Human Rights Watch, Sarah Sanbar, aseguró a EFE que este juicio se trata de "un paso crucial hacia la justicia" para las víctimas, pero lamentó que "no basta para rectificar los errores del pasado", puesto que considera que "muchas personas siguen sufriendo a manos de las fuerzas estadounidenses".
En este sentido, Sanbar considera que el gobierno estadounidense debe "asumir la responsabilidad de sus abusos, pedir disculpas y abrir una vía de reparación e indemnización".
Además, los abogados del Centro por los Derechos Constitucionales, quisieron destacar en un comunicado que este será "el primer juicio en el que las víctimas de la tortura estadounidense posterior al 11 de septiembre (de 2001) tendrán su día en los tribunales".
Por el contrario, el demandado en este proceso civil, CACI, niega haber cometido algún delito al argumentar que era el ejército estadounidense el encargado de establecer las condiciones en Abu Ghraib y que sus empleados no estaban en posición de dar órdenes a los soldados.
Pero la bancada querellante cree que las investigaciones posteriores a los hechos y las fotografías "espeluznantes" y los videos de los detenidos "desnudos, encapuchados y atados con correas" son una prueba que marcó a la población.
El juicio, tal y como avanzó la defensa de los demandantes, se prevé que dure dos semanas, que iniciarán el próximo lunes por la mañana con la selección del jurado y, justo después, ya empezarán las sesiones en las que se presentará el caso ante la jueza Leonie Brinkema.