Un fragmento del video de una de las redadas más grandes en la historia del Estados Unidos fue divulgado este viernes y captó el momento en que un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) pone su pie en el cuello de un migrante acostado boca abajo en el piso durante el violento operativo en 2018.
La redada ocurrió en una procesadora de carne en Tennessee en la que cerca de 100 personas fueron arrestadas en momentos en que el gobierno de Donald Trump endurecía drásticamente sus políticas antiinmigrantes.
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En el video, un hombre migrante cuyo nombre no figura en la demanda corre por varias oficinas de la planta para evadir el arresto antes de que dos agentes lo abordaran y lo retuvieran en el suelo. El migrante no parece resistirse cuando los dos agentes le tiran de las manos a la espalda en un intento de sujetarlo.
Luego, uno de los oficiales, identificado como John Witsell, pone su pie sobre el cuello del migrante durante 25 segundos, según el video. Witsell parece ejercer presión, al menos inicialmente.
ASÍ FUE LA VIOLENTA REDADA CONTRA LOS MIGRANTES
La redada contra los trabajadores de la procesadora de carnes Southeastern Provision fue una de las más grandes en su momento.
En ese momento, el gobierno de Trump dio orden de incrementar el alcance de este tipo de inspecciones y operaciones en los lugares de trabajo, para desactivar los "imanes" laborales que atraen a los inmigrantes que están en el país ilegalmente y castigar a los empleadores que los contratan.
En la demanda colectiva se asegura que los derechos constitucionales de los trabajadores fueron violados cuando agentes armados allanaron la planta en Bean Station usando epítetos raciales, apuntándoles con armas a los empleados en la cara y golpeando a uno de ellos en el rostro.
Al principio los trabajadores pensaron que se trataba de un ataque terrorista o que había un hombre armado en las instalaciones, ya que dos helicópteros sobrevolaban la zona, los agentes cerraron los caminos y algunos de ellos se ubicaban detrás de grandes ametralladoras, se afirma en la demanda.
En la querella también se señala que los agentes desconocían la identidad y el estatus migratorio de los trabajadores, y solo sabían que la mayoría eran hispanos. También sostiene que tan solo 11 de los cerca de 100 arrestados fueron acusados de delitos, y éstos no eran de naturaleza violenta.
En tanto, los empleados blancos de la planta no fueron acosados, detenidos, inspeccionados ni arrestados, y muchos de ellos salieron a fumar durante el operativo, asegura la denuncia.