CIUDAD DE PANAMÁ - Tres presuntos asaltantes de migrantes irregulares en la selva del Darién, la peligrosa frontera entre Panamá y Colombia, murieron en un enfrentamiento con agentes de las fuerzas especiales de Panamá, informó este miércoles el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) del país centroamericano, Oriel Ortega.
El suceso se registró el domingo a unos 15 kilómetros (9.3 millas) de la comunidad de Bajo Chiquito, el primer pueblo del lado panameño al que arriban miles de migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica tras atravesar esa selva.
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Una patrulla de la Brigada de Fuerzas Especiales del Senafront fue alertada de la presencia del grupo de supuestos asaltantes, conformado por unas nueve personas vestidas de negro y armadas, que habían "despojado de sus pertenencias" a migrantes, y comenzó un rastreo, explicó Ortega.
Los presuntos delincuentes abrieron fuego al ver a los uniformados, que respondieron con sus medios, lo que dejó a tres de los atacantes muertos, añadió el director de la Policía fronteriza panameña.
Los fallecidos "tienen rasgos indígenas y hay que verificar si son panameños o de nacionalidad colombiana", afirmó el jefe del Senafront, que aseguró que se les halló en posesión de billetes de $100, teléfonos y otros materiales que se cree son producto del asalto.
"Lo más probable es que alguien (de las víctimas del asalto) los reconozca después del hecho", aseveró Ortega.
La selva del Darién que limita a Panamá y Colombia es usada por migrantes irregulares procedentes de todo el mundo que se dirigen hacia Norteamérica, muchos movilizados por redes de tráfico de personas.
Es una zona de gran peligro, pues allí se ven personas muertas por causa del entorno salvaje o por asaltos, según atestiguan los viajeros que lo cruzan, que también pueden ser víctimas de violación sexual.
América vive una crisis migratoria sin precedentes, con miles de personas viajando de manera irregular hacia EEUU: más de 157,000 personas han cruzado el Darién en lo que va de año, una cifra superior a los 109,293 que lo hicieron entre 2010 y 2019, y casi el quintuple de los 33,819 de los primeros cinco meses de 2022.
Estados Unidos cambió este mes su política migratoria en un intento por detener el creciente flujo de personas que buscan asilo en ese país.