Luis Ángel “Wichy” Sánchez, padre de Joshua Sánchez, víctima más joven del COVID-19, hizo un llamado al Departamento de Salud y al pueblo a que tomen conciencia y reconozcan que el virus no discrimina a la hora de cobrar una vida.
“El COVID-19 no discrimina, por edad, género, raza, religión o clase social.”, escribió Sánchez en su red social de Facebook.
Según escribió, el joven no había viajado, iba del trabajo a la casa, no estuvo expuesto a multitudes y no tenía padecimiento crónico de salud.
Denuncia, además, que en dos ocasiones se dirigió a sala de emergencias para hacerse la prueba, pero no fue así. Sino que, a la tercera, cuando ya tenía dificultad para respirar, fue internado y se le hizo la prueba.
Es por esto que asegura que es momento para que el departamento reevalúe los criterios a la hora de hacer una prueba de coronavirus.
“Esperar a que llegue a la crisis respiratoria, es tarde”, dijo a Telenoticias.
El joven necesitó ser conectado a un ventilador, sin embargo, cuando comenzaba a mejorar, el aparato le falló en dos ocasiones el mismo día por un desperfecto mecánico.
La familia no logra identificar cómo o dónde su hijo contrajo el virus. Su padre lo vio por última vez a través de un cristal antes de ser cremado.
Luis quiere llevar el mensaje de responsabilidad social instando a cumplir con el toque de queda y el aislamiento físico.
"Si nosotros eliminamos la cantidad de gente que está en la calle, los policías corren menos riesgo. Ellos son uniformados y la gente piensa que "es la obligación de ellos, ellos juraron servir y proteger", pero no juraron llevarle un COVID a su hijo o su esposa.", urgió.