Hace tres años Solimar vivió la pesadilla de cada padre, al perder a su hijo Stefano, durante un atento de “carjacking” en el 2012. Sin embargo, tres años después ella se encuentra en Alexandra de Noche, para dejarnos saber que se mantiene fuerte y con deseos de vivir.
“Mi papá siempre me dijo ‘the show must go on’ y es una realidad, yo tengo otra hija que se merece lo mejor de mí” expresó Solimar.
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Para Solimar la muerte de su hijo sólo fue el comienzo de un periodo intenso, en el que también se vio batallando el cáncer de seno. Periodo, que ella entiende, fue muy fuerte para la salud emocional de su hija, Ana.
“Ella pierde a su hermano, me pierde a mí porque estuve con cáncer un año y medio en tratamiento” dejó saber antes de añadir con un tono positivo “y ahora me siento que estoy en el mejor momento, estoy muy centrada cogiendo clases de lifecoaching, de tanatología, de public speaking, y eso me está ayudando a hacer el balance que tanto necesitaba en la vida, para poder ser la mejor mamá posible para Ana”.
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Una de las cosas que también ayudó a Solimar a levantarse y mantener su espiritó, fue el saber que la muerte de su hijo sirvió para brindar vida a otras personas por medio de la donación de órganos.
Personas con las que ha tenido la oportunidad de compartir y hacer parte de su familia. Lo cual significa que cuando escuchó la noticia de la muerte de Melba Febus, recipiente de uno de los riñones de su hijo, sintió una leve regresión.
“Fue un día fuerte para mí, yo llore y gracias a Dios me llamaron a Lifelink, fui directamente a María Saboneta y me trataron como familia y estuvieron” se le quiebra la voz, pero continúa “tratando de hacerme reír”.
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Alexandra a las 12
De igual forma, Solimar se mantiene firme y positiva en su causa de crear conciencia sobre la donación, mientras transforma una tragedia en una segunda oportunidad de vida .
